Bronce de Reytor extiende los toques de la espada cubana
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A Yunior Reytor le faltó una última estocada, la decisiva, para instalarse hoy en la final de la espada individual de los XVIII Juegos Panamericanos con sede en Lima.
Por el pase al oro se midió ante su archirrival venezolano Rubén Limardo, campeón olímpico de Londres 2012, y la derrota 9-10 ocurrió en regla de desempate, un trance que mejor se entiende si les digo que es asunto de “un toque y ya”.
Reytor perdía 7-9 en el último tiempo del duelo, pero logró atacar con efectividad y empatar las hostilidades. Entonces, con la ventaja de haber dado el último toque efectivo, podía haber aguantado el minuto agregado o buscar el punto letal.
Optó por lo segundo y el morocho, un “viejo zorro” de las pistas, le ripostó con exactitud y eficacia. Final.
«Este asalto contra Limardo fue difícil, pero mejor que el del campeonato panamericano en que perdí holgadamente por 8-15. Trabajé súper mal esa vez», comentó en la zona de prensa acompañado por el comisionado nacional Aljhadis Bandera.
«Ahora fuimos sobre la paciencia, la concentración y la decisión que casi nunca me falta, pero soy muy mandado para adelante y en vez de calmarme cometí el error y perdí», reconoció serenamente.
«Los dos toques para el empate fueron hacia adelante, presionado por el tiempo. En el minuto agregado debí mantener una preparación que no le dejase a él traspasar mi distancia. Nada, abrí la brecha, entró el toque y vino la “catástrofe”», agregó sin más alarmismo que esa propia palabra final.
Luego, Reytor aseguró que seguirá luchando y que junto a sus compañeros «vamos a “ripiarse” en el por equipos. Darle con todo».
Interrogado por la estrategia aplicada en cada reto de la jornada, el santiaguero narró una historia personalísima…
«Doy gracias a mi esposa. Estuvimos analizando los videos del campeonato panamericano pasado. Incluso se los dejé allá al partir hacia acá. Increíblemente, desde anoche me fue diciendo qué hacer contra cada rival y así salieron las cosas», dijo emocionado.
«Con Joyle sucedió, con Limardo igual, fue un complemento de lo que me dijo el entrenador. Ese apoyo me hizo avanzar. Solo que faltó el último toque», lamentó.
Jaine Hernández, entrenador principal de esta arma, se mostró satisfecho por el resultado, aunque consciente de que la medalla pudo ser mejor, incluso de oro.
Coincidió con las apreciaciones de Reytor sobre lo sucedido en el duelo y también en que tratarán de sumar otro metal en la justa por elencos, pero de un mejor color.
Yunior dispuso en el apartado A del mexicano Darío Ibarra (5-2), del canadiense Marc Blais (5-1), del argentino Jesús Lugones (5-4) y del estadounidense Jacob Hoyle (5-3). Cedió solamente frente al brasileño Athos Marangón (3-5).
En cuartos de final volvió a disponer del canadiense Blais (15-10), para asegurar la medalla, pero Rubén Limardo lo condenó en semifinales
El venezolano terminó reinando en la prueba, como mismo hizo en Toronto 2015 y Río de Janeiro 2007. En plata quedó su hermano Jesús Limardo, mientras el otro bronce fue para el colombiano Jhon Edison Rodríguez Quevedo.
El otro cubano en competencia, Reynier Henríquez, tercero de la modalidad hace ocho años, salió de la fase de grupos con balance de 3-2, pero en la tabla de 16 cedió ante Blais por 15-11.
El premio de Reytor elevó a 48 años, y nada menos que 13 juegos panamericanos seguidos, la presencia de nuestros espadistas en el podio. Hay razones para celebrar.
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