Tiro Deportivo: ¿Cómo lograr dianas doradas en Lima?
especiales
Imagínese sosteniendo un fusil cuyo peso es de ocho kilogramos, intentando colocar balas en el mismo centro de la diana a razón de 40 disparos desde la posición de tendido, y otros tantos de rodilla y de pie. En pos de lograrlo tendrá un tiempo de dos horas y 45 minutos.
Esa es parte de la realidad de Eglys de la Cruz y los restantes fusileros que encararán el reto de buscar preseas, y fundamentalmente títulos en la base aérea Las Palmas, sede del certamen de tiro deportivo de los Juegos Panamericanos de Lima, donde el propósito competitivo anticipado, según el estudio realizado por los entendidos, es de dos coronas.
La comitiva antillana, con los experimentados Eglys de la Cruz (fusil 3x40 a 50 metros y aire a diez), y Leuris Pupo (pistola de tiro rápido a 25 metros) estará compuesta por dos hombres en escopeta (skeet), siete efectivos en pistola, y seis en fusil.
Una disciplina donde el componente psicológico se antoja medular, y en la cual, radiografiando las ediciones de Guadalajara 2011 y Toronto 2015, hallamos que uno y dos cetros respectivamente pudieron conquistar los nuestros, con Estados Unidos en calidad de sólido país dominador.
Tanto es así que el palmarés histórico les favorece holgadamente (238-13661), por delante de la Mayor de las Antillas (30-60-51), y Canadá (23-44-57), desde los albores en la edición de Buenos Aires 1951.
De hecho, son precisamente Estados Unidos y México (23), los anfitriones peruanos (21), Brasil y Guatemala (20), las naciones con mayor número de clasificados, y sobre las cuales, con excepción de la sede, deben rondar los títulos.
Al decir de Julio Fernández Díaz, Comisionado Nacional de la disciplina, la batalla será cruenta, pues incluso en nuestras modalidades más fuertes, el nivel de los estadounidenses, sumado a individualidades de otros países, es notorio.
Por si eso no bastara, no es secreta la situación tan precaria que poseen nuestros exponentes a la hora de entrenar con balas, y el estado bien delicado de deterioro y tecnología obsoleta que posee el polígono Enrique Borbonet, cuartel general de la preselección doméstica.
A tal punto de que para cumplimentar su preparación con vistas a Lima tuvieron que hacer subterfugios y establecer bases de entrenamiento por modalidades en otras naciones de la región como El Salvador, Guatemala, y la propia Perú.
Por suerte, el nuestro es un elenco longevo, psicológicamente bien preparado, y adaptado a sortear semejantes escollos en más de una ocasión, lo cual no significa que puedan suplir completamente el déficit de sesiones de disparos reales, y no los denominados tiros en seco (simulación técnica de la secuencia), que cargan a cuestas.
Es válido acotar que de inicio no incursionaremos en los eventos de fosa, pues no se practican en nuestro país debido a la inexistencia de infraestructura.
Desde mi perspectiva, y contando con los récords nacionales que impuso recientemente: 627.6 ptos en aire a diez metros, y 1 170 en el rifle de tres posiciones, Eglys se perfila como una de las que pudiera escalar a lo más alto del podio de premiaciones. Lo mismo que los pistoleros rápidos Leuris Pupo o Jorge Félix Álvarez. El camino a la gloria no será para nada sencillo ni expedito.
Eglys, tendrá escollo de la magnitud de las estadounidenses Minden Miles, Marie Alison Weisz, la argentina Fernanda Russo, y la mexicana Gabriela Martínez, por solo citar algunas del aire; mientras en el 3x40, su modalidad más fuerte, se le interpondrán de seguro las norteñas Sarah Beard y Morgan Phillips, además de la puertorriqueña Yarimar Mercado, entre otras. Imaginen que acá Estados Unidos cuenta con cinco fusileras entre las 100 primeras del escalafón en esa modalidad.
Los más rápidos en desenfundar, entiéndase Pupo y Jorge Félix, chocarán con los talentosos homólogos de la bandera de las barras y las estrellas Henry Leverett (16 del ranking) y el veterano Keith Sanderson (26). A ellos se suman el brasileño Emerson Duarte y el venezolano Douglas Gómez, con sobrado kilometraje todos en los principales escenarios competitivos de la modalidad.
El también pistolero Jorge Grau pudiera sorprender gratamente por la comitiva insular, solo que para conseguirlo deberá desbancar al guatemalteco Albino Jiménez y el auriverde Julio Almeida, en calidad de escollos más preocupantes, si bien no los únicos.
Pues la dupla estadounidense y el mexicano David Pérez, además del “boliviano” Rudolf Knijnenburg tampoco serán de fiar.
Y en el skeet para hombres estará tan dura la pelea, que el líder del listado del orbe, el estadounidense Vincent Hancock, no hizo el grado a Lima pues quedó eliminado en una competición interna. Christian Elliot y Frank Thompson serán los agraciados. Dos huesos durísimos para Guillermo Alfredo Torres y Juan Miguel Rodríguez.
Ese más o menos es el panorama en el tiro, disciplina que además otorgará boletos a Tokio a los dos primeros de cada modalidad individual, por lo que se presagian más campales aún las batallas que se desarrollarán.
A eso se le adiciona el hecho de que en las finales se comienza de cero, un arma de doble filo para muchos competidores. Ocho se medirán en las modalidades de rifle, tanto aire como tres posiciones masculino y femenino, pistola de aire, y la pistola a 25 metros para damas; en tanto seis lucharán en la definición del tiro rápido varonil, el skeet, y la fosa olímpica.
Nada amigos míos, que poner el ojo y las balas en dominios del Cuzco, no será ni por asomo tan sencillo como pudiera aparentarse.
Añadir nuevo comentario