Opinión: La carrera del siglo en los 800 metros
especiales
Para los cubanos no fue ni será tan épica como aquella histórica de Montreal-1976, cuando el Elegante de las Pistas, Alberto Juantorena, corrió con el corazón para marcar un doblete todavía inigualado en certámenes mundiales u olímpicos, pero la final de los 800 metros planos de Londres-2012 fue la carrera del siglo en esa prueba.
El keniano David Rudisha hizo trizas los cronómetros en la doble vuelta al óvalo, en una carrera en la cual los ocho involucrados mejoraron sus cotas personales, y cubrieron el tramo en menos de un minuto y 44 segundos.
La marca de 1:40.91 minutos, válida para borrar de los registros actuales el crono de 1:41.01 establecido por él mismo en la ciudad italiana de Rieti el 29 de agosto de 2010, dejó con la boca abierta al mismísimo Sebastián Coe, quien se deshizo en elogios hacia el mediofondista africano.
Se trata de la última carrera de velocidad y la primera de resistencia, la que combina explosividad con tenacidad, lo físico con lo mental, donde el clima prácticamente no influye porque lo que te sirve para una cosa, te molesta para otra, y por primera vez se consigue mejorar el primado del mundo sin la utilización de una «liebre», ese corredor que explota al máximo la rapidez en la primera vuelta y abandona en la segunda.
Tan seguro y convencido como ha corrido en los últimos tres años, el orgullo de Kenia terminó la primera vuelta algo por debajo de su rendimiento habitual, pero de los 400 a los 600 metros hizo 25.02 segundos, lo mejor de su vida, antes de cerrar como de costumbre.
No necesitó la liebre porque todos corrieron como nunca, desde el botswanés Nijel Amos, dueño de la presea plateada, hasta el británico Andrew Osagie, que entró de último, pero con sus 1:43.77 hubiera sido oro en Beijing-2008.
Era la última oportunidad del día para ver un récord mundial en el Estadio Olímpico, luego que el decatleta Aston Eaton se quedara corto en su especialidad y el excepcional Bolt regalara el final al espectáculo en los 200. Pero Rudisha no falló, y ahora se dice que es el único humano capaz de darle dos vueltas al óvalo en menos de 100 segundos, así que ya tiene otra meta en el horizonte.
Añadir nuevo comentario