El relevo de la canoa cubana está asegurado. No cabe la menor duda luego de que el novel de 18 años José Ramón Pelier y el curtido Serguey Torres protagonizan uno de los mejores rendimientos de ese deporte en Copas del Mundo.

Hablamos del asalto de Poznan, ante la presencia de buena parte de los pesos pesados de la canoa y el kayak sprint, con excepción de los ausentes húngaros.

En medio de paletadas de semejante rigor Pelier se estrenó internacionalmente por todo lo alto con tiempo de 3:45.142 minutos dorados en el C-1 a mil metros, y relegando entre otros monstruos al checo Martin Fuksa (3:46.346-2do), el polaco Tomasz Kaczor (3:46.574-3ro), el alemán Sebastián Brendel (3:46.590-4to) y el brasileño Isaquias Queiroz (3:49214-7mo), además del también antillano y no menos talentoso Fernando Jorge Dayán (3:46.962-5to).

Su corona se complementó con la de Serguey en los 5 000, haciendo valer su veteranía y sus excelentes capacidades detuvo los relojes en 24:24.568 minutos. Su ritmo de boga relegó a los anfitriones Wiktor Glazunow (24:37.400) y Mateusz Kaminski (24:47.920), sin creer en el conocimiento de estos de su pista ni el palmarés que presentaban. Acá Fernando Dayán Jorge no terminó la manga, según reflejó el sitio web de la justa.

En ese propio tramo, pero para damas, Mayvihanet Borges volvió a sacar a relucir su casta al cruzar la meta cuarta, avalada por 29:15.858 minutos. Le aventajaron la superestrella Katie Vincent (CAN-28:20.418), Xu Shixiao (CHI-28:22.922) y la chilena María Mailliard (28:33.302), del total de 18 canoístas inscritas, aunque solo 13 pugnaron de manera real.

En el caso de Vincent y Mailliard, dos serias contrincantes de cara a sus pretensiones de colarse en el podio de premiaciones en los Panamericanos de Lima, donde seguramente bogará el C-1 a 200 metros y el C-2 a 500 junto a Liliana Naranjo. Ellas como binomio se ubicaron quintas en la final A de Poznan, demostrando ser un bote con el que se puede contar, aun cuando les resten muchos elementos de engranaje y sincronización por pulir.

De hecho, en esa definición detuvieron los relojes en 1:57.797 minutos, algo distanciadas de las canadienses Katie y Laurent Vincent (1:54.389), pero superiores a las chilenas Mailliard-Karen Rocco (2:01.021). Estados Unidos, Brasil, México y Argentina pudieran presentar embarcaciones de cuidado.

El performance de la Mayor de las Antillas se redondeó con el cuarto puesto de Serguey-Fernando Jorge (3:31.206 minutos) en el C-2 a mil metros, quizás no a tono con su condición de sempiternos medallistas a este nivel en Copas del Mundo. Quizás Fernando acusó un poco de desgaste por su incursión en el C-1 a mil, y eso les pasó factura como dupla.

De cualquier manera, sobre ese bote descansan las mayores aspiraciones doradas del canotaje antillano, pensando en los Juegos Panamericanos de Lima, máxime si se tiene en cuenta que desde La Habana 1991 y hasta Guadalajara 2011 esa embarcación siempre se bañó de oro a nivel continental. Cadena que se vio interrumpida hace cuatro años en Toronto, cuando Serguey-José Carlos Bulnes recalaron terceros.

Pensando en ese escenario de batalla cabe destacar que en este minuto la canoa cuenta con mayores opciones que el kayak de materializar rendimientos en Do mayor.

El kayak igualmente pasa por una transición generacional, pero la nueva hornada no posee el mismo nivel de talento que la de los canoístas. Por cierto, de las 12 pruebas convocadas en la modalidad sprint (además se pugnará en seis de slalom), ocho pertenecen al kayak y solo cuatro a la canoa.

De ahí la disyuntiva que se ha presentado tras el vellocino de Pelier en Poznan sobre quién bogará el individual del C-1 a mil metros. Por lo pronto, los tres, y el resto de la comitiva que participará en aguas del Cuzco, desarrollarán una base de altura en México, que desde mi perspectiva será definitoria a la hora de señalar quién remará cada una de las modalidades en cuestión.

Ese es el panorama cuando ciertamente el canotaje fue una de las disciplinas de mejores rendimientos en Toronto 2015, a razón de (6-2-2), y presencia en el podio en una decena de las 13 modalidades convocadas entonces. En lima será escabroso poder emular dicho palmarés, pero la mentalidad de nuestros efectivos es salir a bogar en cada regata como si en ello les fuera la vida.

Y para nada es secreto que solo los botes de mayor tradición y poderío aseguran su presencia en algunas de las paradas de Copas del Mundo y el Campeonato Mundial. El resto, como en otros deportes, salen del día a día en la presa La Coronela de Caimito, fraguados a paletadas, sol, entrega y kilómetros de regatas.

La historia también nos respalda como la nación que encabeza esta disciplina en citas multideportivas continentales: 36-22-16 en el sprint, superiores a Canadá (22-24-20) y Estados Unidos (22-15-10), desde su aparición en la edición de Indianápolis 1987.