Estados Unidos: Alarma para sus inmigrantes legales

En lo adelante el Gobierno de Donald Trump se las negará a los que no puedan demostrar tener “buen carácter moral”.

¿Equivalente a decir?  

No haber cometido algún delito durante los últimos cinco años ni suministrado información falsa para  obtener beneficios migratorios.

Ello quedará en suspenso a partir de ahora si un inmigrante legal establece nexos con la marihuana, incluso donde es legal.

Junto a eso, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración dio a conocer que podría negar nuevas solicitudes para legalizar el status migratorio.

Shoer Roth y Oliver Craviotto opinan con absoluta razón en su artículo:

“Las nuevas reglas hacen mucho más difícil ser un inmigrante legal en Estados Unidos”.

La entidad  oficial a cargo del tema migratorio publicó en días recientes su Manual de Políticas.

Allí formuló una sólida advertencia a los residentes en su territorio con Green Card  que posean,  distribuyan, dispensen o fabriquen la peligrosa  droga cannabis.

Luego escribieron,  la marihuana es una sustancia prohibida  y sus violaciones “son generalmente un obstáculo para la naturalización”.

A pesar de todo, ya 10 de los 50 estados del país legalizaron el uso médico de la marihuana.

Nadie descarta que en el futuro más territorios sigan el camino de estos, bajo un generoso pretexto médico.
Tal sombrilla protectora incluye, entre otras cosas, siembra, cosecha, posesión,  entrega o distribución,  que podrían desatar efectos migratorios.

De esta manera Washington asoma una vez más la posibilidad de reprimir a sus inmigrantes legales.
Vuelan así en pedazos su  tan solemne amor a Dios, su fidelidad a los inmigrantes que fundaron a Estados Unidos.

Olvidan así uno de los mandamientos que cada día recuerda la Biblia, no mentirás.