Los contradictorios donativos millonarios para Notre Dame de París
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El enviado presidencial para la preservación del patrimonio, Stephane Bern, declaró este miércoles que ya se reunieron 880 millones de euros aportados por las familias más pudientes del país, como los propietarios del grupo de marcas de lujo LVMH, y también por feligreses galos y de otras naciones.
En referencia a los aportes de los millonarios, la política izquierdista Manon Aubry deploró que 'no podemos hacer de la preservación de nuestro patrimonio una gran operación de comunicación, como están haciendo muchos'.
La cabeza de lista del movimiento Francia Insumisa hacia las elecciones europeas enfatizó en que esas contribuciones permitirán a los donantes reducir sus impuestos, en virtud de una ley de 2003.
'En realidad tengo ganas de decirles: comiencen por pagar vuestros impuestos, eso contribuiría al presupuesto del Estado y, en consecuencia, al presupuesto de la cultura', sostuvo.
De su lado, el activista del movimiento de los chalecos amarillos Benjamin Cauchy publicó en su cuenta de Twitter: 'Que la oligarquía done para Notre Dame, está bien, pero la ejemplaridad fiscal sería mucho mejor'.
En la misma línea se expresó la senadora ecologista Esther Benbassa, quien señaló que 'ahora los millonarios van a pasar por héroes, pero harían mejor si renunciaran a la evasión fiscal'.
Analistas y políticos subrayaron en las últimas horas que con esos aportes financieros, los magnates logran una operación perfecta: ganan puntos para su imagen pública y, al mismo tiempo, consiguen reducciones considerables en sus impuestos.
Por otra parte, el líder de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martínez, afirmó que esas donaciones millonarias ponen en evidencia una vez más las grandes desigualdades que persisten en la sociedad francesa.
'Vemos millonarios que tienen mucho, mucho dinero. Con un solo clic regalan 200 millones, 100 millones. Eso muestra también las desigualdades, lo que nosotros siempre denunciamos, las grandes desigualdades en este país', indicó en declaraciones a la cadena de noticias France Info.
El líder sindical cuestionó que mientras hacen esos donativos, al mismo tiempo niegan sistemáticamente mejorar las condiciones salariales y de trabajo de sus empleados.
'Si son capaces de donar decenas de millones para reconstruir Notre Dame, que dejen de decirnos que no hay dinero para responder a la urgencia social', instó.
Tras recordar que el Gobierno de Emmanuel Macron suspendió el impuesto sobre la fortuna, una medida muy criticada, apuntó que esos aportes muestran que 'somos un país muy rico, y la cuestión de la repartición de la riqueza está más vigente que nunca'.
Nadie duda en esta nación europea acerca de la importancia de reconstruir Notre Dame, que más que una catedral, es un parte indispensable del patrimonio histórico, cultural e identitario de Francia.
Sin embargo, tal como señalan medios de comunicación, personalidades, políticos y ciudadanos, los donativos inmediatos evidencian que sí hay dinero para actuar ante otras tantas tragedias como la pobreza o la pésima situación de los migrantes, aunque estas sean menos mediáticas.
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