Reestrenan hoy en Cuba nueva versión flamenca de El fantasma de la ópera
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Con el embrujo e ímpetu de la música flamenca en vivo, por primera vez, El fantasma regresa a las tablas 18 años después de su primera puesta (diciembre de 2001), de la mano del director, primer bailarín y coreógrafo Eduardo Veitía para festejar el aniversario 32 de la fundación de la compañía.
El espectáculo, inspirado en la novela El fantasma de la ópera, del francés Gastón Leroux (1868-1927), llega al escenario de la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso esta noche y los días 23 y 24 de marzo.
También, el público podrá apreciarlo el siguiente fin de semana, del 28 al 31 de marzo, en los horarios habituales del coliseo habanero.
Según comentó el director, El fantasma se adereza en esta ocasión con la dirección musical de Alejandro Valdés y su agrupación Palo de Agua, junto a músicos de la compañía.
El sonido del joven grupo, ferviente defensor de la música flamenca y la cultura española como cimiento vital de las raíces cubanas, combina la profundidad y el sentimiento del 'nuevo flamenco', estampado por el estilo de composición de su director, la utilización de la guitarra y el cante.
A esto se une el ritmo de sonoridades nacionales y caribeñas, impregnado en el bajo eléctrico, la percusión y la dulzura del sonido celta que le imprimen el violín y la gaita.
Valdés ha calificado esta particular mezcla como 'nuevo flamenco de Cuba' y explica que es el resultado de más de cuatro décadas de tradición de la música flamenca en Cuba y, además, su experiencia como músico y compositor de flamenco.
El personaje enmascarado desandará, tras su Christine, desde una nueva perspectiva danzaria, musical y visual con el novedoso vestuario, de toque contemporáneo a cargo de Maray Pereda Peña y Mayte Duménigo Bordón, así como los diseños escenográficos de Támine González.
Estos convocan la atmosfera de misterio, encierro, sombras y, a la vez, la elegancia, con el uso de elementos novedosos en la escena mundial como el video mapping.
La autenticidad y finura distingue esta nueva propuesta, que según Veitía 'ha significado todo un reto', por imaginativa e inesperada.
El Fantasma realza la savia común que unen a Cuba y España y, al mismo tiempo, se abre a la contemporaneidad creativa, como muestra de que nada es imposible decir desde el movimiento.
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