¿Habrá un Balón de Oro sin polémica?
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Cuando parecía que esta edición del Balón de Oro tenía un seguro ganador, volvió la polémica eterna sobre si se está premiando al mejor futbolista del mundo o al mejor de una campaña en específico.
Parecen muy claras las reglas, pero siempre alguien se las quiere saltar tirando de bufanda, y esta vez fueron los seguidores del club español Barcelona.
El responsable de la votación dejó claro que ganó por goleada el francés Ousmane Dembelé, como debía ser luego de una campaña en la que solo se le escapó el título del Mundial de clubes, que, dicho sea de paso, estuvo a 90 minutos de alzar también.
Sin embargo, con gran parafernalia desembarcó en Francia la expedición del equipo catalán, encabezada por un séquito de decenas de miembros del entorno de Lamine Jamal, y enseguida se dispararon las alarmas.
Evidentemente alguien le “sopló” que iba a recoger un premio, pero no le dijo que sería el mismo que obtuvo el año pasado, al Mejor Jugador joven del planeta, y estoy seguro de que no era eso lo que esperaba el talentoso extremo.
De hecho, muy pocos minutos después de finalizada la Gala en el teatro parisino, su padre formó tremenda tángana ante los medios españoles quejándose de robo. ¿En serio?
Hay pocas cosas más conmovedoras en el mundo que ver a un padre defender los intereses de su hijo, pero en este caso al golpearse con la dura realidad el hombre decidió que la mejor terapia sería montar un espectáculo que haría ruborizar hasta al más pinto de la paloma.
De esa manera empañó completamente lo que era una noche feliz para el joven futbolista, pues si bien no se llevó el premio gordo, quedar segundo con solamente 18 años es un mérito enorme, y nadie duda de que lo alzará en algún momento de su carrera.
Mientras otros futbolistas a su edad sueñan con debutar en primera división, Lamine ya es finalista del máximo galardón individual del fútbol mundial. Pero para papá, eso no era suficiente y formó un berrinche que terminó por darle sazón a una noche sin sorpresas.
Aunque se le agradece el gesto para poder llevar titulares en los diarios y comentar en las tertulias de medio mundo, debería entender que la mejor forma de apoyar es callar y dejar que el enorme talento de su hijo hable por sí mismo. Si la presión externa es suficientemente fuerte, cuando viene de dentro de la familia se vuelve asfixiante.
Quizás en las sombras el que aplaude es Hansi Flick, porque con este sabotaje familiar se le puede hacer pensar al chico que el Balón de Plata es un fracaso, y eso le hará salir a por todas de ahora en adelante. Al final, está demostrado que el camino de los logros colectivos es el más corto para obtener los premios individuales en el fútbol.
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