El secretario de Estado adjunto para Asuntos Públicos de Washington, Mike Hammer, trató de responder el nuevo ofrecimiento de Cuba de examinar sin condiciones todas las cuestiones pendientes entre ambos países.

Lo hizo en rueda de prensa efectuada en la capital norteamericana al abordar el asunto e inició sus palabras con ideas tan reiterativas como nada creadoras.

Después de referirse a lo dicho por el presidente cubano, Raúl Castro Ruz, en ocasión de celebrarse en la provincia cubana de Guantánamo el 59 aniversario del asalto al cuartel Moncada, Hammer procedió a enumerar condiciones para iniciar el diálogo bilateral.

Una vez más, repitió casi letra por letra los conocidos criterios de la Casa Blanca sobre los temas de la democracia, los derechos humanos, la libertad y lo que denominan represión en la isla.

Como periodista que he seguido esta problemática durante años no renuncio a la tentación de formular algunas interrogantes al Secretario adjunto.

Para comenzar pregunto: ¿Qué sucedería si una condición fuese que antes de iniciar este diálogo se reclamase al gobierno de Estados Unidos que cumpla las 20 resoluciones consecutivas aprobadas por la inmensa mayoría de la Asamblea General de la ONU contra el bloqueo a Cuba?

O si, en otro orden de cosas, se le pidiera al señor Hammer la clausura de las emisoras de radio y televisión que violando normas internacionales en ese terreno fueron creadas en Washington con la declarada intención de trocar la realidad de la isla.

En Miami años atrás tuvo lugar el proceso judicial más escandaloso en toda la historia de Estados Unidos y allí, entre otras anomalías, sin pruebas concretas, sancionaron a largas penas de cárcel a 5 antiterroristas cubanos por haberse infiltrado en grupos asentados en esa urbe para frenar sus andanzas. ¿Estarían dispuestos a revisarlo?.

¿Estarían dispuestos a dejar de enviar dinero a sus empleados como “disidentes” en Cuba y permitirles que actúen verdaderamente como una fuerza independiente? Veremos.

Manifestaciones de los “indignados” han llegado a estremecer el panorama nacional estadounidense, y la muy brutal represión de la policía contra ellos, sangre por medio, ha circulado en noticieros del mundo. ¿Suavizarían el trato a esos pacíficos disidentes?

Hace poco en un cine de Colorado fueron asesinadas 12 personas y heridas varias decenas por un joven que compró libremente sus armas en tiendas locales, y reportan en alza la venta de estas debido, entre otras razones, a la existencia de un Congreso inmovilizado por millones de dólares que la Asociación Nacional del Rifle entrega para las campañas electorales de muchos legisladores. ¿Esperanza de cambio?

Resulta vejatorio lo informado respecto a los asesinatos de ciudadanos hispanos y de la comunidad negra a manos de gente vinculada a facciones ultraderechistas que están pululando en Estados Unidos. ¿Podrán detener esa peligrosa locura?

En medio de una dura crisis económica y financiera, cuya extensión ya se anuncia también para 2013, son drásticamente recortados presupuestos dedicados a aliviar insoslayables necesidades de los sectores más pobres y sufridos del pueblo estadounidense. ¿Cabe esperar alguna mejoría?

La lista de condiciones sería interminable, aún sin adentrarme en determinadas promesas electorales agitadas durante y después de la campaña de 2008, y todavía incumplidas.

Una de ellas fue recordada ahora por el secretario de Estado adjunto cuando afirmó que su gobierno “ha repetido” que está dispuesto a forjar una nueva relación con Cuba.

Asunto por ver.