Refugiados sirios en El Líbano abrumados por otra tormenta
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El deterioro del clima obligó a los desplazados en la parte nororiental del valle de Bekaa, a tomar precauciones contra la posibilidad de otra tanda de inundaciones, unos días después que la tormenta Norma azotó el país.
Con más de más de un millón de refugiados sirios en el territorio libanés, la mayoría en asentamientos informales, esa población es muy vulnerable a los dictados de la naturaleza.
Durante la tempestad de la semana pasada, muchos encontraron refugio en viviendas incompletas, garajes o escuelas evacuadas, a causa de que sus condiciones económicas les impiden pagar las exorbitantes rentas impuestas por los casatenientes.
En la localidad de Ghazze, hay al menos mil 500 tiendas de campaña divididas en varios campamentos que sufrieron daños considerables durante el azote de Norma.
Wessal Al Mustafa, madre de cinco hijos, dijo a medios digitales que otra tormenta pondrá al borde de la muerte a sus cinco hijos.
'...fue tan repentina la tempestad que apenas me las arreglé para sacar a mis hijos de la tienda y agarrar unas pocas prendas de ropa antes que estuviéramos por completo empapados', dijo Al Mustafa a la cadena qatarí Al Jazeera.
Los campamentos carecen de infraestructura adecuada y ante la falta de alcantarillado, las aguas residuales se desbordaron y filtraron las tiendas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades.
Desde 2011, cuando comenzó el conflicto en Siria, las organizaciones no gubernamentales se responsabilizaron con los refugiados, pero en la actualidad sus esfuerzos no alcanzan por la falta de fondos.
Según un estudio de la ONU de 2018, las condiciones de alojamiento empeoraron para los desplazados, en tanto que los recortes de ayuda ordenados por el presidente norteamericano, Donald Trump, hacen mella en las condiciones de quienes huyeron de Siria.
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