Bolsonaro promueve “limpieza” ideológica en la administración pública de Brasil

“Es la única manera de poder gobernar con nuestras ideas, nuestros conceptos y hacer lo que la sociedad brasileña decidió por mayoría: terminar con las ideas socialistas y comunistas que durante 30 años nos llevaron al caos en que vivimos”, afirmó Onyx Lorenzoni, ministro jefe de la Casa Civil, a periodistas tras la primera reunión del gabinete ministerial.

En la Casa Civil, ministerio que articula las tareas del gobierno, ya fueron exonerados 300 empleados que tenían cargos de confianza, es decir, cuyo nombramiento depende de la administración de turno y no de un concurso público.

Según Lorenzoni, algunos de los dimitidos podrán ser recontratados siguiendo criterios técnicos y una posterior “evaluación” sobre su alineación ideológica, y lo mismo podrá ocurrir en los otros ministerios.

“No tiene ningún sentido que mantengamos en un gobierno con un perfil como el nuestro a personas que defienden otra lógica, otro sistema político, otra organización de la sociedad”, argumentó.

“Estamos teniendo el coraje de hacer lo que tal vez le haya faltado al gobierno saliente: ir limpiando la casa ya desde el comienzo”, señaló.

Lorenzoni se refería al gobierno del presidente conservador Michel Temer, que sustituyó en 2016 a Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), destituida por el Congreso.

Bolsonaro asumió el martes la presidencia y se mantuvo firme en el discurso afín a su electorado más conservador: defensa del patriotismo, de la familia tradicional y duras críticas a la izquierda, especialmente al PT que comandó el país entre 2003 y 2016, primero con Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y luego con Rousseff.

El miércoles, Lorenzoni habló de “despetizar” el Estado.

Excapitán del Ejército y diputado federal durante casi tres décadas, Bolsonaro fue electo el 28 de octubre con el 55% de los votos, frente al candidato del PT, Fernando Haddad.