Yudari Sánchez se vistió de gigante dorada en Bucarest (+ VIDEOS)
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El tiempo y los reveses enseñan, aportan madurez competitiva y te fortalecen de cara a futuras pruebas. Esa es una máxima incuestionable, tanto en el deporte como en la vida, y justamente la que aplicó la luchadora Yudari Sánchez (15 de noviembre de 1997) en el Mundial sub-23 de Bucarest, Rumanía, su segunda experiencia en estas lides y de la cual regresará revestida en oro, el mejor obsequio posible de cumpleaños.
Hace un año en Polonia cedió por pegada en cuartos de final ante la francesa Koumba Selene Larroque. Luego se recuperó y agenció bronce, pero la espinita estaba clavada. Dese ese instante se propuso entre otras cuestiones de importancia mejorar su defensa a las piernas, evadir o resistir las embestidas de tackles de sus oponentes y al parecer lo consiguió en la arena rumana.
Tardaría 12 años la luchas cubana para revestir en oro los esfuerzos de cada sesión de entrenamiento, del tránsito por la pirámide deportiva tras ser insertada la práctica de la lucha en áreas especiales y las EIDE, luego de que meses antes de los juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias 2006 Catherine Videaux (63 kg antes y ahora 69) y Jacqueline Stornell (58 antes y 62actualmente), Lisset Echevarría (72-76) y otras pocas se enrocaran del judo a la lucha.
Yudari en la arena
Determinación, concentración y esa mentalidad ganadora fueron las divisas de Yudari sobre el colchón. Ante sus embates cedieron por pegada la búlgara Viktoria Bobeva; 0-5 la rusa Khanum Velieba, a quien Yudari había pegado disputando el bronce en la versión precedente; 6-10 la china ChuyingTang en semifinales, y en la definición, en un combate extremadamente tenso y táctico su víctima 2-6 resultó ser la japonesa Miwa Morikawa.
“Fue una competencia dura, le entré con mayor confianza profe. Desde la esquina me orientaron mantener la postura, controlar los brazos de mis contrarias. Así lo hice, luego busqué el ouchi, una de mis técnicas más efectivas, que depende de la fuerza para halar al adversario y me dio resultado. Logré varias proyecciones de cuatro puntos y eso lo combiné con la intensidad, los derribos y pases atrás, siempre llevando la iniciativa ofensiva en los combates”, explicó en medio de una avalancha de conversaciones vía Facebook.
¿Qué cambió respecto a la experiencia anterior en Polonia?
“Bueno profe debido a la derrota en Polonia decidí hacer las cosas mucho mejor. Preparé mis entradas y casi todas fueron efectivas, confié en mi sistema de lucha y el profe Mario me guío muy bien me sentí como nunca y eso que es de greco. También ha sido determinante el apoyo de Filiberto Delgado. Él nos ha cambiado la visión, nos ha hecho crecer y demostrar que las luchadoras cubanas tenemos calidad para imponernos en cualquier nivel.
Otra cosa importante fue elevar la defensa de las piernas, por esa razón perdí en el Mundial pasado y ahora me dije que no podía repetirse. En lo adelante no se trata de hacer las cosas bien, sino de buscar la perfección”.
¿Adaptada al sistema de doble pesaje y dos días de competencias?
“Nunca he tenido dificultades con el peso, me sentí súper bien. El segundo día con fuerzas y tenía el oro en mi mente, no se me podía escapar”.
Técnicamente Yudari es una gladiadora que apuesta por su fortaleza física para doblegar a sus rivales. Ha mejorado sus entradas a tackle en las piernas, recurso vital en la lucha libre y ha pulido su defensa. La turca es el complemento ideal a su letal ouchi.
¿Consideras que el crecimiento se corresponde con el hecho de que Filiberto Delgado haya asumido las riendas de la preselección femenina?
“Mucho. En mí ha cambiado todo, y ese pensar lo tienen el resto de las muchachas también. El cambio va desde el análisis de las fortalezas y debilidades de cada una asociadas a nuestro repertorio técnico, el complemento físico, la proyección como persona, sus enseñanzas en lo relacionado al comportamiento. Eso, sumado a mi esfuerzo, entrega, han sido fundamentales en los resultados obtenidos. Sin menospreciar el trabajo previo del profe Elio Garraway ni el del resto del colectivo técnico”.
¿El componente psicológico?
“La psiquis se fortalece con los años, las experiencias competitivas de nivel, los errores cometidos. Todo eso influye y ha ayudado a transformar mi forma de pensar, de luchar, de analizar a los rivales. Reconozco que he cambiado mucho. Ahora no solo tackleo mejor y técnicamente me siento más completa, sino que también entro al colchón en cada combate mucho más centrada en mi objetivo”.
¿Cómo llevas y qué priorizas en los entrenamientos?
"El trabajo con Dayselis y Mabelkis (75 kg) en el colchón haciendo sparrings me aporta mucho. Con ellas dirijo los esfuerzos a pulir mi explosividad en las entradas, elevar los parámetros de fuerza. Luego en el trabajo individual siempre me enfoco en pulir mis técnicas, las de mayor seguridad y el tackle también. La soga y la carrera son fundamentales en el componente físico. Como también las sesiones conjuntas con los varones".
¿Yudari de cara a futuras competencias y la salud de la lucha femenina cubana?
“Pienso que hay que cambiar y mejorar muchas cosa pero lo más importante ya logré eliminarlo, por lo tanto a esforzarme que quedan todavía bastantes competencias importantes. Solo que hay cosas que un atleta se reserva, no revela… Disculpe profe.
De la lucha femenina cubana, que esperen cosas buenas de nosotras, que hay talento, entrega y valentía de sobra”.
Así se despidió la avileña, extenuada tras dos jornadas competitivas, control antidopaje, el regreso al hotel y una comida rápida. Creo que descanso merecido fue otro auto-obsequio de cumpleaños para ella.
Cuba tenía aún por concursar al monarca regente de los 57 kg, el espirituano Reinieris Andreu. Si lograra agenciarse una presea estaríamos hablando de efectividad suprema.
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