Yarelis y Dayron: de diamantes y otros demonios
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Es cierto, en el atletismo resulta bien difícil dominar una prueba al máximo nivel, si dudan de esto confronten los resultados del recién finalizado Campeonato Mundial de Daegu donde muy pocos de los reyes en tierras berlinesas repitieron.
Sí así se comporta la rivalidad en la élite del deporte Rey, mucho más complicado resulta apoderarse de la Liga de Diamante — 32 pruebas repartidas en 14 mítines con asiento en diferentes escenarios de Europa, Asia y América.
Pero a todo eso parece haberle hecho caso omiso en las temporadas del 2010 y 2011 la discóbola Yarelis Barrios, capaz de adueñarse de la gema en ambas ocasiones.
La pinareña de 28 años de edad lleva la constancia de los entrenamientos al campo de batalla, y la conjuga con su extrema competitividad, fuerza natural y coordinación del giro, para estabilizar sus envíos por encima de 64 metros, aunque al decir de su entrenador Raúl Calderón, tiene para superar los 66.50 antes de Londres’12. Aún sin ser la mejor discóbola del planeta resulta habitual verla colgarse preseas:
Así dan fe su bronce mundial en Osaka’07 convertido en plata por dopaje de una rival, subcampeona olímpica en Beijing’08 y mundial en Berlín’09, y bronce mundialista de Daegu’11.
En la final del viernes en Bruselas lanzó 65.33, su tercer mejor resultado del año, y escoltó a la campeona mundial china Yangfeng Li (66.27), reportándole cuatro puntos y total de 14 para relegar a la puntera hasta entonces y favorita favorita alemana Nadine Muller, subtitular en Daegu, no pasó de ahí con su defraudante sexto puesto (59.50), cediendo también el subliderato a la china, que llegó a 13 con la victoria.
Volviendo a la vueltabajera, para acceder a lo más alto en esta temporada estival abrió en Roma el 26 de mayo con 64.18 metros dorados, repitiéndole la dosis a sus rivales el 30 de junio en Lausana gracias a un 64.29, para luego afianzarse con el segundo escaño de Mónaco el 22 de julio (65.44).
Si a esos registros del actual periodo les sumamos su constante solidez del 2010 ― primera en Doha (64.90), París (65.53), Londres (65.62), Lausana (65.92) y el cierre plateado de Bruselas (65.96) ― se despeja cualquier interrogante sobre su casta.
No menos impresionante el remate del campeón olímpico y recordista mundial de los 110 metros con vallas, Dayron Robles (12.87 segundos), quien entró tarde a la escena el 30 de junio en Lausana producto de molestias en el tobillo que acarreó tras lesionarse en la temporada invernal. Así lanzó voces con su primer puesto y 13.12, continuó su exitoso cruzar de obstáculos en la ciudad Luz (13.09), Londres (13.04) y el cierre de Zurich a todo tren con 13.01. El guantanamero de 25abriles tenía la motivación adicional de querer sacudirse la descalificación por obstrucción en Daegu y reafirmarse como el mejor vallista del planeta en la actualidad.
En este bregar entre la élite, potencialidades y tradición no podían faltar los exponentes del triple salto, amén de la lesión que imposibilitó a la también guantanamera y as de la versión 2010, Yargelis Savigne, disputar la gema.
Toda coraje en la definición belga su coequipera Mabel Gay (14.58) se hizo de la plata, detrás de la ucraniana Olga Saladukha (14.67), primera de la clasificación general con 24 unidades, reportándole un valioso tercer lugar a la santiaguera con 5, detrás de la kazaja Olga Ripakova (14.49), quien llegó a 6 con su tercer puesto en la final.
El también triplista Alexis Copello ancló tercero (16.89) en concurso de discreto nivel, sin embargo sus antecedentes le permitieron volver a finalizar segundo general (9 puntos), igual que repetir el éxito al británico Phillips Idowu (18). Ganó la final el francés Benjamin Compaoré (17.31) y esos únicos 8 puntos significaron el tercer lugar.
Con todo este arsenal de tiempos, marcas, y coraje, ya sea con brincos, sobre vallas o disparando implementos, los cubanos persisten entre la crema y nata del atletismo, ahora haciendo brillar el coral negro en yacimientos de diamantes, a pesar de rivales y otros demonios.
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