El gobierno de España anunció este lunes nuevas medidas de ajuste que serán aprobadas antes de finalizar 2012, al mismo tiempo que formalizó la solicitud de "rescate financiero" ante la Unión Europea (UE), con el objetivo principal de recapitalizar a los bancos privados del país.

El presidente Mariano Rajoy explicó que el paquete de recortes será dificil, pero prometió que impulsará la creación de empleos, principal problemática que afecta al pueblo español.

El mandatario realizó el anuncio durante su intervención en una asamblea de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, reseñó Prensa Latina.

Aunque Rajoy anticipó las medidas de ajuste, omitió detallar el contenido de las mismas.

Desde que asumió en diciembre de 2011, el gobierno conservador del Partido Popular (PP) ha venido aplicando una serie de recortes presupuestarios, que afectan a áreas sensibles como educación y salud.

A esto se suma la flexibilización de las leyes laborales, que permite a las empresas despedir a trabajadores y congelar o reducir salarios.

En tanto, la administración española efectuó hoy la petición formal de asistencia financiera a través de una carta enviada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, al presidente del Eurogrupo, Jean Claude Junker.

Con este trámite, el Ejecutivo español espera ahora un préstamo de hasta 100 mil millones de euros, avalado el 9 de junio pasado por la Eurozona, lo que elevaría la deuda externa a niveles nunca vistos, que podría dejar al país quebrado totalmente o una gran parte de la población en la pobreza, pues ya constituye el 98% del PIB.

Hasta el momento no se conocen las condiciones del crédito ni la cifra que finalmente se solicitará, la cual dependerá de los estudios encargados a firmas independientes, que estarán completados en septiembre próximo.

Los prestamos concedidos por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a países como Grecia, Portugal e Irlanda, tienen entre sus condiciones mayores medidas de ajuste, como el despido de trabajadores públicos, aumento de impuestos, privatizaciones de empresas estatales y congelaciones de salarios.