Las niñas de Interactivo que ¿suenan como hombres?

I Mari Paz en las tumbadoras

"El machismo existe", asegura Mari Paz Fernández, una joven percusionista que participa en el proyecto Interactivo, ha estado nominada por dos ocasiones consecutivas a los premios Cuerda Viva, formó parte de reconocidas agrupaciones como Bamboleo, Kba Libre o Habana C y aprendió a estremecer el cuero de un tambor nada menos que con el maestro Oscar Valdés...

" Yo estudié piano clásico desde niña, pero siempre me llamó la atención, eso viene contigo de fábrica, a veces lo desarrollas, pero conmigo viene desde la cuna, yo pasaba por rumbas, o algo así y era una cosa que me atrapaban los tambores, la percusión. Cuando comencé a estudiarlos me encanté con esos instrumentos y también vi la posibilidad como mujer, no hay muchas que hagan percusión afrocubana y entonces me empecé a interesar y defender sobre todo a la mujer, porque nosotros no dejamos de ser un país machista, por muy desarrollados que estemos, por mucho que hayan cambiado las cosas, seguimos siendo machistas y la mujer siempre en estos instrumentos que son de fuerza la subestiman un poco y eso no es un problema de mujer o de hombre, sino es un problema de técnica y de estudio, de enfocarte en lo que tú quieres y hacerlo, proponértelo…"

Sus referentes son, por supuesto, masculinos: "siempre me gustó mucho Oscar Valdés, Irakere, siempre él me gustó mucho como percusionista, como cantante, excelente maestro y también, bueno, Yosvany Hidalgo, Chano Pozo, Tata Guines, Changuito, excelentes percusionistas que tenemos en Cuba, algunos que ya no están con nosotros, pero que sí son una referencia que te marca para toda la vida como percusionista y como músico."

Sin embargo, Mari Paz decidió romper el molde de los géneros y se propuso llegar a la estatura de sus antecesores, al principio, afirma, se sometió a un régimen de  "estudio muy riguroso para tratar de lograr una pegada y un cierto sonido que me definiera como percusionista y no se viera esta comparación de que soy mujer y el sonido es más débil"

II Tailín en el bajo

Graduada de guitarra clásica, Tailín Marrero se inclinó por el bajo y, además del instrumento, compone y canta, a la par de su trabajo con Interactivo participa, junto a otras jóvenes artistas cubanas, en el proyecto Makeke liderado por la músico canadiense Jane Monet y que ha sido nominado a los Premios Grammy. La experiencia le ha resultado "muy bonita, es jazz, pero fusionado con la música cubana, somos todas mujeres y muchas veces nos dicen como un elogio: parecen hombres. Esas cosas pasan en la música..."

Ahora mismo Tailín está "queriendo tratar de formar un disco que sería el primero, lo estoy construyendo poco a poco", así como se expresa luce: una muchacha culta, mesurada, dulce, pero eso no quita que se entienda perfectamente con el bajo eléctrico y lo domine ¿como un hombre?

"Mi instrumento siempre se ha visto como algo masculino, yo no lo tomo como discriminación, pero muchas veces me han dicho: "oye, no lo puedo creer, tocas como un macho, como un varón y uno dice, bueno, por qué tiene que ser así, soy una mujer y lo estoy tocando ¿te gusta? bueno, pero no te expreses como si una mujer no pudiera tocarlo bien."

Claro que Tailín reconoce que los límites no siempre los ponen otros y entonces lanza una provocación, un clarinazo al valor y la autoestima de sus congéneres:

"Es cierto que la mayoría de los que se han destacado en el mundo de la música, que es muy grande, son hombres, pero también pasa por eso, porque las mujeres como que se intimidan, yo pienso que desde el momento en que uno se propone un futuro, una idea, no puede tener miedo, no puede aceptar el tabú que te ponen de que "esto es lo que tienes que hacer porque es lo que te toca", no, es luchar contra eso, luchar contra todo lo que se te ponga en frente, decir no, por qué, si todos somos iguales, luchar y no tener miedo a nada, enfrentarte a todo."

III Robertico y Francis, los hombres tienen la palabra

Como líder de un proyecto donde la lista de mujeres que "suenan como machos" s bastante larga, Robertico Carcasés tomó cartas en el asunto: "A mí me gusta mucho que en el grupo haya mujeres talentosas, porque donde quiera que está la mujer está la belleza, pero una parte importante de esa misma belleza es el talento que tienen estas muchachas que cantan y tocan con nosotros… todas además son creadoras, son compositoras y entonces eso para mí es genial, que podamos entre todos hacer música…"

Francis del Río pone también los puntos sobre las íes en este tema y echa luz sobre un enfoqué interesante: "Claro que las mujeres pueden tocar perfectamente cualquier instrumento, mira, por ejemplo, Mari Paz es una diosa tocando las tumbadoras, pero cuando yo la veo ahí no veo una mujer, ni un hombre, veo alguien que nació para hacer música, eso es lo importante, que haga buena música, no tiene nada que ver con que sea hombre o sea mujer."

¿Qué vemos cuando una mujer toca las tumbadoras, el bajo o la trompeta? ¿O cuando lleva una cuchara de albañil, anda al timón de un auto, juega futbol o dirige una brigada de ingenieros? Los ojos desprejuiciados y justos no se detienen en el género, sino en el talento y salen ganando, porque no pierden la oportunidad de sumar. La discriminación siempre resta, muchas veces divide, jamás multiplica y, tanto en la música como en la vida, desafinan.