Según la ley de Filadelfia, aquellas personas que den de comer a un pobre en la calle recibirán dos advertencias que, de ser incumplidas, incurrirán en la citada multa. La de Houston está regulándose de parecida manera aunque aún no se ha presentado.

Según el alcalde de Filadelfia, Michael Nutter, al prestar alimento en la calle a los sin techo se violan las condiciones sanitarias. "Alimentar a los hambrientos no debe realizarse así como abrir un autocamión, distribuir sin pensar las hamburguesas, y luego huir en la noche oscura y lluviosa"- justifica Nutter, quien además piensa que la mejor manera de prestar auxilio a estas personas es en locales cubiertos.

Eso sí, Nutter ha explicado que las tradicionales reuniones familiares que también se llevan a cabo al aire libre y en las que suelen abundar las comilonas y los residuos posteriores no entran dentro de la normativa de Filadelfia.

Esta ley ha desatado la ira de los activistas estadounidenses y la población de Filadelfia quienes piensan que la verdadera razón del Gobierno a la hora de prohibir que se preste alimento a los pobres en la calle es la de limpiar las zonas turísticas de la ciudad de sin techo al obligarles a abandonar las zonas exteriores si quieren conseguir algún tipo de comida.

"Es una clara violación de los derechos civiles. Eso quiere decir que la gente que tiene que comer, puede comerlo en ciertos lugares. Pero la gente que no lo tiene, no puede comer lo que le dan", explica el activista Brian Jenkins.

Además, los activistas denuncian que gracias a este tipo de medidas no sólo no se conseguirá una mayor salubridad para los ciudadanos sino que tampoco para los sin techo ya que se verán obligados a comer "en los basureros".

No es la primera vez que este tipo de leyes se aplican en EEUU, de hecho, ya existen normativas parecidas en California, Texas, Pennsylvania, Carolina del Sur y Florida.
Así, el activista Keith McHenry del movimiento 'Food not Bombs' explica que se encontraba "entre los 24 arrestados en Orlando, Florida, en junio de 2011 por haber repartido comida a un grupo de pobres en lo que resultó ser una violación de la ley de alimentación de un amplio grupo de gente ('large group feeding law'). Cuando me arrestaron por segunda vez, pasé 17 días tras las rejas. Pagué 1.000 dólares de multa por mi 'delito'".

Este caso, además, no es aislado, McHenry denuncia que "por desgracia, muchas personas más pueden ser arrestadas o multadas por ayudar a los necesitados y por tratar de encontrar soluciones a largo plazo contra la pobreza en EE. UU.".