El presidente de Estados Unidos Barack Obama negó hoy con fuerza las acusaciones de sus rivales políticos en el sentido de que la Casa Blanca filtró a propósito información clasificada para obtener beneficios políticos en el año electoral.

En respuesta a preguntas formuladas en una conferencia de prensa ofrecida en la Casa Blanca, Obama dijo que dichas acusaciones son "ofensivas" e "incorrectas" y destacó que su actitud "ha sido de cero tolerancia para este tipo de filtraciones y especulaciones".

"Estamos tratando con temas que pueden afectar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses, de nuestras familias, de nuestros soldados y de nuestros aliados, así que nosotros no jugamos con eso", declaró Obama.

El presidente reaccionó así a las acusaciones de legisladores republicanos, incluyendo al senador John McCain, ex rival de Obama en la elección presidencial de 2008, en el sentido de que la Casa Blanca filtró información de inteligencia sobre ataques de aviones teledirigidos estadounidenses contra terroristas y sobre el ataque cibernético de Estados Unidos a países enemigos para fortalecer la postura de Obama en cuanto a seguridad.

El Congreso de Estados Unidos lanzó una investigación sobre las recientes filtraciones de dicha información clasificada que se cree dañan la guerra contra el terrorismo y la seguridad nacional de Estados Unidos.

Obama reconoció que la filtración de información delicada ha sido una "frustración constante", no sólo para su administración, sino para las administraciones anteriores.

Tras señalar que dichas filtraciones podrían poner en peligro a las personas involucradas si están llevando a cabo esas misiones, Obama prometió investigar por completo los casos recientes de filtración de información.

"Llevaremos a cabo investigaciones de fondo como lo hemos hecho en el pasado", dijo Obama.