Industriales y el slump colectivo
especiales
Hay pocas explicaciones cuando se trata de un bajón colectivo, porque el pitcheo (sobre todo el de relevo) ha hecho aguas, y la ofensiva dista mucho de la que mayoreó en la primera mitad.
Quizás se debe a una estrategia del colectivo técnico para distribuir mejor las cargas de entrenamiento, pensando sobre todo en la postemporada, pero incluso si obedeciese en parte a esta razón, estoy seguro de que no esperaron un declive como este.
Un punto importante en esta mini crisis es la ausencia por lesión de Frank Camilo Morejón. Sin dudas, su aporte detrás del plato no es medible en números, pero tiene un gran por ciento en las victorias de los Azules. A veces un simple gesto o una palabra fuerte pueden encarrilar a un lanzador que ha perdido momentáneamente el control, y de eso no se ha visto nada últimamente.
Eso sin hablar del respeto a quien calza los arreos, pues aunque el enmascarado capitalino titular no es el mejor en el por ciento de hombres capturados en las bases, su presencia cohíbe a unos cuantos de intentar ganar una base más. Con él fuera, ha sido la constante que quienes arriben a la primera almohadilla intenten, y casi siempre logren, alcanzar la segunda sin necesidad de un batazo.
Por eso algunos criticaron a Víctor Mesa por no pedir un receptor entre los refuerzos. En este sentido, ya dimos nuestro criterio, pero de todas maneras no nos parece que sus elegidos lo hayan hecho mal.
Lo que sí debe tomar en cuenta la directiva es un aspecto importante como la alineación ofensiva, que juego por juego varía, y no precisamente porque el lanzador rival sea zurdo o derecho. Es difícil de entender que Stayler Hernández acabe de salir de la banca tras una lesión (y de fallar 13 veces seguidas como emergente) y sea colocado tercero en el orden al bate, o que Yordanis Samón sea mantenido cuarto contra viento y marea, pese a estar muy mal en la segunda parte. También me parece que Jorge Luis Barcelán y Wilfredo Aroche se han ganado el derecho de alinear como titulares, y no lo son.
Otro elemento es el pitcheo de relevo. ¿Quién es el cerrador de Industriales? Esa es una cuestión básica a la hora de manejar el staff, porque se utiliza indistintamente a cualquier serpentinero en cualquier rol. Eso, además de romper la rotación, es perjudicial para los mismos lanzadores, pues no se entrena igual para lanzar una entrada que cuatro.
Estas son cuestiones que debe acabar de definir el cuerpo técnico para salir de una vez del mal momento. De no ser por la ventaja sacada en la primera vuelta, y por el mal paso sostenido de Pinar del Río y Artemisa, las cosas fueran peores.
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