Fournier: La maestría en paletadas de plata Mundial
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En suelo ibérico hace ocho años el remero natural de Caimanera registró 7:15.600 minutos en los dos kilómetros de trazado, para secundar a los entonces curtidos Alan Campbell (GBR-7:05.600), Olaf Tufte (NOR-7:07.800) y Tim Maeyens (7:09.520).
Mucho ha llovido desde entonces, y Fournier, además de ser el único remero antillano capaz de colgarse preseas al máximo nivel universal, (atesora plata en Chungju, Sudcorea 2013; y bronce en Amsterdam 2014), se ratifica con muestras de estabilidad y maestría como uno de los mejores singlistas sculls del planeta.
Ahora en aguas estadounidenses, el checo de casi 35 abriles, Ondrej Synek (6:40.640), se antojó su bestia negra una vez más. Hablamos de un hombre que atesora tres metales olímpicos y 11 del orbe, incluidos cinco cetros y la hegemonía ininterrumpida desde el 2013.
De a lleno en la regata finalista, en la cual Fournier estampó 6:43.490, y el británico Thomas Barras (6:45.140) se colgó el bronce, cabe destacar que por un momento nuestro representante, luego de cruzar el parcial de los primeros 500 metros en la segunda posición (1:38.560), aceleró su ritmo de paletadas y en la mitad del trazado 3:19.90 su proa se adelantó por una nariz a la de Synek (3:20.050).
En lo adelante, el checo, como zorro viejo y un verdadero fuera de serie que es, dosificó mejor sus fuerzas, estableció un ritmo de boga más constante y fue sacando ventaja hasta vencer con casi tres segundos de diferencia sobre Fournier, quien en la actual temporada exhibía sendas platas en los segmentos de Copas del Mundo correspondientes a Poznan, Polonia, y Lucerna, Suiza, en ambos casos a la sombra del neozelandés Robert Manson, quinto en esta ocasión, pues evidentemente se quedó sin fuerzas para sostener las exigencias impuestas por sus oponentes.
Precisamente ese es un eslabón que el discípulo de Yoan de Paula ha pulido de Londres 2012 a la fecha: administrar sus energías en consonancia con el tramo en cuestión o el nivel de la regata, ganar en la técnica de remo en la llamada transición desde la arrancada al largo, (momento en el que se estabiliza la secuencia de boga), además de incrementar la contundencia de su remate en los 250 metros finales.
Mantenerse en el top de la modalidad, amén de que aún la presea olímpica le ha sido esquiva teniendo opciones reales tanto en Londres 2012 como aún más en Río 2016, constituye una muestra fehaciente de su poderío y legado.
De hecho, al guantanamero que antes de decantarse definitivamente por el remo a la edad de 12 años en su natal Caimanera, incursionó en el baloncesto y el béisbol, se le toma en cuenta como uno de los candidatos más serios al título en cuanta competición importante se desarrolle, desde precisamente antes de la lid bajo los cinco aros en la capital británica, cosa que ninguna de las otras cuatro embarcaciones de la Mayor de las Antillas presentes en Sarasota, pudieron ni por asomo lograr.
El singlista ligero (LM1x) Raúl Hernández dominó la final D para concluir en el puesto 19, al igual que Adrian Oquendo y Janier Concepción, en el doble par, categoría abierta.
Jorge Patterson, Jesús Rodríguez, Erick Vinet y Eduardo Rubio, en la final C del cuatro par abierto (M4x), se situaron en el segundo lugar de la final C -decimocuarto peldaño general-, en tanto Licet Hernández, singlista ligera, se retiró de la competición al no poder largar en la semifinal B de su evento.
A nivel de selecciones Italia, con tridente perfecto de metales de cada color reinó, escoltada por Nueva Zelanda (3-2-2), Australia (3-2-1), Francia y Holanda con idénticos (2-1-0). Naciones que en mayor o menor medida se erigen entre las de pedigrí.
De hecho, los transalpinos van en la tercera plaza del medallero histórico en lides Mundiales, avalados por (76-57-49) y a espaldas de la extinta Alemania del Este (94-45-25) y Alemania (76-71-64), en tanto Nueva Zelanda (43-25-23) recala sexta, y Australia (42-36-35) séptima.
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