Bullying: Pocos segundos para un gran maltrato

Las investigaciones foráneas señalan que dura muy poco tiempo, entre 30 y 40 segundos, que uno de cada 25 maestros son capaces de visualizarlo, se expresa de diferentes maneras y está reconocido como un problema de educación a nivel global.

El bullying (acoso) homofóbico escolar causa depresión y bajo rendimiento; de ahí la importancia —entre otras consecuencias— de que la Décima Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia* se haya dedicado a esta cuestión, con el objetivo de atenderla, prevenirla y dar un paso imprescindible en el logro de escuelas seguras, libres de violencia.  

Este 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, a partir de que en esta fecha en 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.

A propósito de ello CubaSí dialogó con Yoanka Rodney Rodríguez, Doctora en Ciencias Pedagógicas y Profesora Titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona (UCPEJV), quien a principio de los 2000 inició sus investigaciones sobre el tema y una década después culminó su tesis doctoral sobre la preparación de los profesores en la prevención de la violencia escolar.

Al conceptualizar el fenómeno, Rodney Rodríguez explicó que el bullying es es todo acto o comportamiento negativo, intencional y repetitivo hacia un estudiante para hacerle daño y, por lo general, ocurre a espaldas de los profesores.

La Unesco lo sentencia como un problema educativo universal, pues no existe ninguna escuela ni país que esté exento de situaciones de bullying en sus instituciones educativas, enfatizó.

La educación cubana es muy reconocida a nivel mundial, sin embargo he escuchado de la propia doctora Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, que solo a fines del siglo pasado es que toman fuerza los estudios sobre esta problemática en nuestro país…

“Si es cierto, hace unos años se conocía poco el fenómeno. Yo me gradué como licenciada en Educación, en la especialidad de Biología, en 1998, y tampoco en esa dirección tenía una preparación. Me interesaban más los temas de violencia escolar en sentido general, cómo tratar a las víctimas, a los victimarios, a los agresores, conocer más sobre eso, mucho más que estudiar el bullying homofóbico. Específicamente, hoy no se cuenta con estudios que nos puedan decir si es más o menos frecuente ni, por tanto, evaluar su magnitud”.

Yoanka Rodney Rodríguez, Doctora en Ciencias Pedagógicas y Profesora Titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona (UCPEJV)

¿No te parece que sería importante?

“¡Claro que sí!, creo en la necesidad de investigar, es necesario conocer cuáles son los mecanismos o las formas que utilizan los estudiantes; los espacios de riesgo, para de esta forma guiar mejor las estrategias de prevención. Dondequiera que exista el problema hay que atenderlo, resulta fundamental abordarlo”.

¿Bullying y violencia es lo mismo?

“El bullying es un tipo de violencia escolar, que se da por situaciones de desigualdades de poder entre los estudiantes por diferentes causas, en el interior de la escuela o en sus alrededores, al salir de la casa para llegar a la escuela o viceversa. Ahora se abre el abanico, porque estamos hablando del ciberbulling (que aparece en las redes sociales), el homofóbico y transfóbico,  el verbal; o sea tiene muchas formas de manifestarse”.

¿Por ejemplo?

“En la escuela el niño víctima de bullying es aquel que en otras épocas se le conocía como trajín. En la actualidad los términos han variado, ahora se le llama el puntico, y es aquel que todo el mundo manda a hacer algo; el noble, el tímido, que tiene incapacidad para defenderse, al que le cogieron la baja, según el lenguaje de los propios estudiantes, y molestan constantemente”.

 
¿El bullying homofóbico y transfóbico puede llegar al suicidio?

“Por supuesto. La depresión, la pérdida de autoestima, el rechazo a la escuela, la disminución del rendimiento escolar, son algunas de las secuelas, y están quienes llegan al suicidio. ¡Ah, siempre creo que no es necesario hiperbolizar las situaciones!

“Muchas veces en otros países los medios de difusión publican que un niño o adolescente se suicidó como víctima de este tipo de bullying. Sin embargo, solo hacen alusión a aquellos que llegan al suicidio y no evidencian otras formas que también son importantes, que no dejan de ser dañinas y ocurren cotidianamente. Por ejemplo, que yo sea obesa, y todo el tiempo me digan gorda o fea, bizca. Eso puede suceder en 30 segundos dos veces al día, o dos veces a la semana. ¿Pero te imaginas eso mismo cada una o dos horas?”.

Se dan casos en que el maestro participa…

“Entonces es una mala práctica educativa; el docente debe estar preparado científicamente para educar. Incluso, el reglamento en la escuela cubana sanciona como una falta a aquellos estudiantes que hacia otros cometen burlas, ofensa, los golpean y humillan.

“Otra cosa es cómo proceden los maestros. Por eso Mariela hablaba de la necesidad de brindar herramientas y  buscar metodologías para la prevención. Podemos conversar con el alumno; realizar análisis a nivel de grupo, con los padres, con las organizaciones estudiantiles. Están creados los espacios y los mecanismos, pero el reto está en ponerlos en marcha.

“De lo que se trata es de educar para la convivencia, el diálogo y la comunicación, la aceptación, la solidaridad, para la confrontación pacífica. Podemos estar o no de acuerdo, pero resulta esencial educar a partir del respeto, de la sensibilidad humana, la igualdad y equidad. Esos son elementos estratégicos.

“Tenemos que aprender a trabajar con la diversidad, pero lo más importante es que el ser humano sepa que al otro hay que respetarlo, que tiene derechos. Y en ese sentido hay una voluntad política”.

*Este año los momentos fundamentales de la campaña se concentran entre el 9 y el 20 de mayo, con el objetivo de producir un cambio en la conciencia y actitudes de las personas que rechazan a quienes poseen una orientación sexual o identidad de género no heteronormativa.