Los indignados podrán concentrarse en la Puerta del Sol de Madrid durante cinco horas el próximo sábado, cuando tenga lugar la manifestación con la que celebrarán un año de protestas, pero no podrán instalarse con sus tiendas de campaña en ese emplazamiento como hicieron hace 12 meses. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, ha autorizado además que los simpatizantes del 15-M puedan ocupar esa plaza durante diez horas consecutivas, entre las 12 y las 22 horas, los días 13, 14 y 15 de mayo. En el entorno de Cifuentes, no obstante, se muestran tajantes: "Bajo ningún concepto, de ninguna forma, se permitirá acampar".

Los integrantes del Movimiento 15-M, como es habitual desde su eclosión, no han comunicado a la Delegación la intención de celebrar cualquier tipo de convocatoria. Esta autorización ha llegado después de que, a título personal, un ciudadano pidiera permiso para celebrar en ese lugar "una reunión" con su "grupo de amigos" en las 96 horas que discurren entre las 00.00 horas del 12 de mayo y las 23.59 del día 15. El motivo de la concentración, según explica esta persona en su escrito, es "planificar las protestas pacíficas contra los recortes en el Estado del bienestar, así como protestar contra la corrupción institucional".

Asimismo, el solicitante detalla que en la concentración se estima una participación "superior a 20 personas" y que "los organizadores dispondrán en todo momento de unos criterios de orden público".

En su escrito de respuesta, el departamento que dirige Cristina Cifuentes defiende que el hecho de haber reducido de 96 a 35 las horas autorizadas para las concentraciones no supone "merma o menoscabo alguno del legítimo derecho de reunión". En el texto, se explica además que la "modulación" del acto "dentro de unos márgenes razonables" no afecta a su "contenido esencial".

El 15-M no tiene comunicación

Fuentes del grupo de comunicación de lo que los indignados llaman el mayo global han asegurado a Público.es no saber "nada" de esta petición en insisten en que el 15-M, por regla general, "no suele comunicar a las autoridades sus convocatorias". En este sentido, se amparan en el artículo 21 de la Constitución española, que reconoce el "derecho de reunión pacífica y sin armas" y que amplía que el ejercicio de este derecho "no necesitará autorización previa".

Estas mismas fuentes recuerdan que los indignados "en ningún momento" han convocado una acampada como la que tuvo lugar el año pasado y que su intención es celebrar una asamblea "permanente" en la Puerta del Sol de Madrid que se prolongue desde el fin de la manifestación del día 12 a la noche del 15 de mayo.

Desde la Delegación del Gobierno en Madrid, por su parte, señalan que, aunque llegue otra petición, no se van a ampliar las horas de manifestación para salvaguardar los derechos de comerciantes y vecinos. "No se pueden vulnerar los derechos del resto de las personas", señalan. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ya advirtió el mes pasado de que toda acampada sería "ilegal". Y hoy mismo lo ha vuelto a reiterar.

Preguntadas por la posibilidad de que se produzcan disturbios si los indignados insisten en celebrar su asamblea permanente en la Puerta del Sol, estas mismas fuentes señalan que esperan que los actos se disuelvan pacíficamente y a la hora prevista abandonen la plaza. ¿Y si no ocurre así? "La intención es no llegar a cargar". Es la única respuesta que aciertan a dar en el entorno de Cristina Cifuentes.