Alojarán en occidente panameño a migrantes irregulares cubanos
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Los migrantes irregulares cubanos que permanecen en albergues de la organización católica Cáritas, serán trasladados a un campamento estatal en el extremo occidental de Panamá, informó hoy el Ministerio de Seguridad (Minseg).
La decisión se informó tras la reunión sostenida este martes entre el presidente Juan Carlos Varela y la jerarquía católica local representada por el cardenal José Luis Lacunza y el arzobispo José Domingo Ulloa, para abordar el tratamiento a los antillanos que se encuentran hacinados en carpas en la sede eclesiástica.
"Como resultado de la reunión, se coincidió en la necesidad de trasladar a los migrantes cubanos a un albergue que reúna mejores condiciones", afirmó una nota del Minseg, la cual señaló a Gualaca, provincia de Chiriquí, como el destino de varios cientos de personas, quienes ingresaron al país por la oriental selva del Darién.
En ese lugar "recibirán alimentación y alojamiento temporal, mientras se estudia y define su situación", señaló el Minseg, institución responsabilizada con el traslado "en cumplimiento de las normas migratorias nacionales y actuando en el marco del respeto al derecho internacional y los derechos humanos", aseveró.
Estas medidas -aclaró- son de carácter excepcional para los isleños que quedaron estancados en el país por la eliminación de la política migratoria estadounidense de "pies secos, pies mojados", la cual estimulaba el libre ingreso a esos nacionales a través de las fronteras de la nación norteña, cuando lo hacían de forma ilegal.
Pero la institución panameña advirtió que "aquellos migrantes que ingresen al territorio nacional de forma irregular a partir de la fecha, serán deportados o devueltos al país del cual provienen, en cumplimiento de la legislación vigente".
En reiteradas ocasiones, tanto Varela como autoridades migratorias señalaron que esos irregulares tienen las opciones de seguir viaje al país que los reciba, aplicar como refugiados, repatriarse voluntariamente o ser deportados a Cuba.
El ultimátum ofrecido por el mandatario de que debían abandonar el país en 30 días y las declaraciones de que Cáritas tenía que cerrar su albergue, ocasionó enfrentamientos públicos entre Varela y las autoridades católicas, a pesar de las habituales excelentes relaciones entre ambos.
A principios de marzo, sumaban 383 los cubanos alojados en la Pastoral Social Cáritas, en ciudad de Panamá; 92 en Lajas Blancas, en Darién, y otros 24 en un albergue del Servicio Nacional de Migración (SNM), según datos de esa institución.
La firma reciente de un memorando de entendimiento con Cuba para protocolizar las deportaciones de sus nacionales y la decisión de hacer cumplir la ley migratoria por los extranjeros, constituyen giro de Panamá en este tema.
Una treintena de cubanos fueron repatriados a la isla en las últimas semanas, varios de ellos antes de los acuerdos, aunque las negociaciones para lograr el pacto comenzaron en septiembre pasado, dijo Javier Carrillo, director del SNM, en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
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