Un entre inning con dos posibles peloteros “Clásicos”
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Llegar a la grama del Latinoamericano justo cuando los Alazanes de Granma iniciaron su sesión de entrenamiento implicó verlos galopar con un espíritu de equipo singular. A propósito de su inédita victoria en la 56 Serie Nacional luego de haber debutado en el año 1977 y de ganarse el derecho de asistir a la Serie del Caribe a partir del próximo primero de febrero en Culiacán, México, Cubasí dialogó con dos piezas claves en la victoria: el inicialista y outfielder Guillermo Avilés y el lanzador refuerzo Miguel Lahera.
Avilés, zurdo de 1.86 metros de estatura, poder al bate, rápido y de 24 abriles, devino líder impulsor de la postemporada con 13 remolques, luego de asegurar no haber comenzado bien la actual campaña beisbolera.
En seis clásicos antillanos, sin compilar la actual campaña, el prometedor jugador ha conectado 133 extrabases, de ellos 72 dobles y 43 jonrones. Además promedia 302, con OBP de 399, slugging de 479, OPS de 878 y 262 anotaciones fletadas como números de mayor relieve.
Valóranos tu temporada y este cierre como líder impulsor de los play off.
“La temporada 56 fue bastante buena para mí, especialmente la segunda fase y el final del campeonato. Tuve un inicio incierto, pero redoblé los esfuerzos para que me fueran saliendo las cosas. En la postemporada tampoco comencé bien y el equipo necesitaba mucho de mi apoyo”.
¿Qué ajustes hiciste específicamente?
“Me llamé a capítulo, trabajé sobre el componente psicológico y de autoconfianza. Siempre trato de mantener la misma línea de entrenamiento, tomé un poco más de calma a la hora de pararme en el home y discriminar los lanzamientos y eso contribuyó a que comenzara a pegarle mejor a la pelota”.
¿Qué virtudes destacan en este equipo de Granma y cómo lo ves de cara a la Serie del Caribe?
“Lo que prevaleció siempre fue la unidad y los deseos de ganar, venciendo juego a juego, sin pretender hacer más de lo que podíamos en un momento determinado. El espíritu está muy arriba, tenemos que enfrentar una tarea dura en ese torneo, pero todas las piezas se están alistando bien”.
Pensando más a largo plazo, jugador versátil ¿expectativas de cara al IV Clásico Mundial?
“Soy primera base natural, desde pequeño me desempeñé en esa posición, pero por necesidad del equipo pasé a jugar los jardines en campañas anteriores y actualmente los cubro bastante bien. Esa versatilidad me amplía las opciones de integrar la selección pero debo continuar preparándome bien fuerte. Mi principal virtud al bate es la fuerza natural, conecto batazos de largo alcance y como zurdo dicen que llego más rápido a primera y tengo mejor contacto. Eso me ha acompañado hasta ahora”.
El profe Kindelán te dio algunos consejos a la hora de empuñar...
“Es un gran orgullo tener a Orestes Kindelán corrigiéndonos nuestros errores y ayudándonos, un bateador y slugger de su categoría. En mi caso particular me habló de la relajación a la hora de realizar el swing, no tensionarme y tratar de acelerar lo mayor posible cuando la pelota se encuentre casi encima del home”.
¿Compartir con Alfredo Despaigne desde hace varios años?
“Algo muy grande, nos ayuda bastante, tiene vista larga para cuando se trata de corregir los errores en la mecánica. Tanto así que en el play off contra Matanzas me dijo que estaba chocando la bola y realizando swines un poco flojos, que tratara de hacer lo que siempre, tirarle fuerte a la bola y así los batazos fueron mejorando. Eso fue un incentivo adicional”.
¿Metas individuales?
“La fundamental es potenciar los resultados del equipo en la Serie del Caribe. Personalmente también elevar mis rendimientos para poder hacer el equipo al IV Clásico. Luego seguir desarrollándome hasta tanto llegue la posibilidad de contratarme en alguna Liga profesional, para dignificar a Cuba y nuestra pelota”.
LAHERA EN LA COLINA DE LOS MARTIRIOS
Un lanzador derecho de casi 1.90 metros, todoterreno por razones disímiles desde la colina de los martirios, se trata del artemiseño, antes habanero, Miguel Lahera, quien se anotó dos triunfos y un rescate en la definición ante los tigres avileños.
“Estoy muy contento, tanto por el título con Granma, como por la posibilidad de participar en la Serie del Caribe. Es la aspiración máxima de todo deportista cubano. En Granma la acogida a nosotros como refuerzos, fue muy grande desde el primer momento. Llevo muchos años en Series Nacionales y con casi todos me llevo bien”.
¿Qué prefieres dentro de tu polifuncionalidad?
“Realmente prefiero desempeñarme como cerrador. Por necesidad de La Habana y Artemisa luego, fui abridor y esa experiencia me ha posibilitado desarrollarme bien. Si el mentor Carlos Martí decide mantenerme como cerrador, a eso iré, a hacerlo lo mejor posible”.
Varias salidas en momentos de tensión, con una molestia incluso, ¿dudaste de tu cometido?
“Fue un tirón de una lesión vieja en el muslo, pero siempre pensé que podía cumplir mi rol, vendado o lo que fuera. Me entregué y conquistamos el título de campeones. Lo que más admiro de este grupo es que nunca se cansaron, siempre pensaron en más y así alcanzaron la victoria”.
¿Virtudes?
“Para mí como cerrador lo más importante es la velocidad, que gracias a Dios la mantengo sobre las 92 millas tras 13 Series. Considero que lo principal es el control y sobre eso he venido trabajando con rigor en los últimos tiempos, para mejorarlo. Tampoco descuido las carreras y el peso corporal pues las piernas son vitales a la hora de lanzar”.
Sentencia acertada de un serpentinero que en 13 campañas archiva 59 victorias y 58 derrotas, con un PCl por cada nueve actos de 3.89, average rival de 273, dueño de 599 ponches y 348bases por bolas, además de haber permitido 33 batazos de cuatro esquinas.
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