De nuevo La Plaza, este primero de mayo
especiales
Fotos Vladia Rubio
Este primero de mayo la Plaza de la Revolución José Martí servirá otra vez de escenario al acto central por el Día Internacional de los Trabajadores, y por su histórica explanada volverán a desfilar los cubanos, al igual que en el resto de las plazas de todo el país.
Pero ocurre que justamente un primero de mayo de 1959 la Plaza fue testigo del primer acto masivo luego del triunfo revolucionario. Era entonces conocida por Plaza Cívica de La Habana, como se le llamó hasta 1961, y por primera vez desfilaron allí las milicias populares, compuestas por obreros y campesinos. El entonces Comandante Raúl Castro tuvo a su cargo el resumen del acontecimiento.
Siete días después, el 8 de mayo de ese 1959, Año de la Liberación, el Comandante en Jefe Fidel Castro hablaba por primera vez ante el monumento al Héroe Nacional, que tantas veces después fuera testigo de su encendida oratoria. En aquella ocasión se trataba del acto de recibimiento luego de visitar Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil y Uruguay.
Solo con la nueva república, con todos y para el bien de todos, es que la Plaza de la Revolución y el Memorial quedaron totalmente concluidos, ya con sus áreas circundantes y tribuna, terminados en 1961.
Luego de la convocatoria internacional librada en la década del 40 para elegir el proyecto arquitectónico, un incierto camino de triquiñuelas antecedió durante el gobierno de Batista la ejecución de esas obras. Los fondos fueron reunidos a partir de una recaudación forzosa entre la población, la elevación de impuestos y otros manejos que lograron financiar la construcción del monumento al Héroe Nacional.
No fue un azar que el joven abogado Fidel Castro defendiera en 1951, mediante intensa campaña política y jurídica a los pobladores del barrio marginal de La Peluza, amenazados de desalojo para beneficiar los negocios que se urdían con esos terrenos, de cara a la futura inversión para erigir el centro cívico como eje de un plan de urbanización para la capital.
El Memorial José Martí, levantado en la emblemática explanada, es el mayor monumento dedicado al Héroe Nacional de Cuba y quedó inaugurado por el presidente cubano Fidel Castro el 27 de enero de 1996, aunque sus orígenes datan del primer cuarto del siglo XX. Entre 1953 y 1958 transcurrió la construcción del obelisco y la estatua de lo que es en la actualidad el Memorial José Martí, considerado el sitio más alto de La Habana.
Suman 112, 75 los metros de altura hasta la torre de remate, y son 141, 99 metros hasta los faros y banderas. El monumento cuenta con un diámetro total de 78, 50 metros. La pirámide, de aproximadamente 28 metros de ancho, dispone de un elevador interior de 90 metros de recorrido y una escalera de 579 peldaños, según consigna la enciclopedia cubana Ecured.
Desde el punto de vista arquitectónico, durante este siglo XXI esa explanada ha incorporado dos importantes relieves escultóricos, realizados ambos por el artista de la plástica Enrique Ávila, y que respectivamente recrean las imágenes del Che Guevara, en la fachada del Ministerio del Interior; y la de Camilo Cienfuegos, en el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones. Esta última fue izada el 26 de octubre de 2009, y ya el 28 de octubre de ese año, cuando se cumplía medio siglo de su desaparición física, la sonrisa del Señor de la Vanguardia tenía su espacio junto a la siempre presencia del Guerrillero Heroico.
Dentro de pocos días volverá una vez más la Plaza de la Revolución José Martí a entrar en la historia. No serán indignados clamando por derechos que este pueblo tiene garantizados desde hace mucho quienes desfilarán colmando la explanada, sino un pueblo trabajador refrendando su futuro.
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