Isabel Santos: soy una mujer afortunada de ser muy querida en mi país

Soy una mujer que me siento afortunada de tener público y de ser muy querida en mi país, afirmó la multipremiada actriz cubana Isabel Santos al presentar en Montevideo su última película, Ya no es antes, del director Lester Hamlet.

El Centro Cultural Simón Bolívar de la embajada de Venezuela en Montevideo acogió la presentación especial del filme, que por primera vez se proyecta en el exterior, y que acaba de obtener el premio Coral del público y de mejor actuación masculina en el recién finalizado Festival de Cine de La Habana.

En un intercambio con el público asistente, Santos señaló que el director llevaba 10 años tratando de hacer su guión y junto con otro escritor fueron arreglando cosas a cuatro manos, tratando de hacerlo lo más fiel posible, pero había que llevarla al presente.

Añadió que el original es una obra de teatro muy importante de los años 80 (Weekend en Bahía, del dramaturgo Alberto Pedro) y la gente esperaba que fuera lo mismo, pero se hizo esta adaptación para el cine.

Sobre la temática, apuntó que no es nueva, "la gente que se va, los que estamos dentro, los que están fuera del país".

Estando fuera, dijo, se piensa de otra manera y cuando uno llega a su país, después de haber vivido años con otro pensamiento ideológico, con otra manera de ver la vida, "hay cosas que es la raíz y eso no te lo puede quitar nadie, por muchas contradicciones que tú tengas".

Creo es lo que le pasa al personaje que yo hago (Mayra), que a veces dice: "aquí hay algo que yo puedo sentirlo, lo que pasa es que ustedes no se dan cuenta", es eso, aseveró.

Reconoció que con todo lo que se diga, Ya no es antes es una historia de amor, con todas las heridas, "y a veces pienso que es como el San Lázaro sin los perros", que uno va por la vida con heridas, con llagas, y es eso, el tratar de darse el abrazo, porque "el perdón es algo grande", sentenció.

Creo que hay gente con las cuales nunca va a haber una conversación, personas como las que te vuelan un avión entero, no, pero hay otros que sí, "como esa pobre diabla de la película que necesita ese abrazo final", expresó.

Santos comentó que la película terminaba sin ese abrazo y todo el equipo de filmación le dijo a Léster que tratara de que se reencontraran "porque ese es el abrazo que tenemos que darnos, no solo los cubanos, sino mucha gente, y hay que empezar por casa".

Creo que también es una historia universal, porque es el reencuentro de dos personas que piensan que se aman y te das cuenta que no tienen nada que ver porque ya se les acabó la historia de amor, por eso uno siempre vive colgado del primer amor, sentenció.

A una pregunta de Prensa Latina sobre su reencuentro con Luis Alberto García, su coprotagonista en la película, dijo que es un actor que conoce muchísimo y la pasamos muy bien, queríamos que el público después de tantos años, que no nos habían visto como pareja, nos volviera a ver, después de "casi geriátricos".

Explicó que fue un reto porque la película no era ni para Luis Alberto ni para mí, el director tenía otros actores cubanos que no pudieron por compromisos de trabajo, tenían menos edad que nosotros y cuatro días antes de que comenzara la película nos llamó para que hiciéramos estos personajes.

Fue un encuentro bonito que comenzamos siendo adolescentes, también hay muchas etapas de nuestra vida en el cine que hemos hecho de pareja y reencontrarnos así fue tremendo después de tantos años, rememoró.

Expresó que el filme les gustó a ambos y que se hizo en 20 días con muy bajo presupuesto. Fue muy duro porque los dos actores estábamos enfermos con un catarro tremendo, mucha fiebre, pero no podíamos dejar de filmar porque ya habíamos arrancado y no podíamos parar.

Interrogada sobre los premios, opinó que a uno le gusta que lo premien, les regalen flores, uno es vanidoso y tiene su ego, pero los míos están todos descabezados porque mi hijo cuando era pequeño jugaba con ellos, y algunos están como virados de lado.

En el baño de visita de mi casa yo los tengo puestos, que el que mira para arriba los ve; lo que si no se olvidar es el aplauso, el cariño y yo soy una mujer que me siento afortunada de tener público, de ser muy querida en mi país, de recibir aplausos tremendos, y por eso digo que el público es muy fiel.

Ahora en el Festival de Cine de La Habana fue tremendo, y sentir esos aplausos es muy emocionante, por eso yo digo que esos son los grandes premios, porque el de la prensa puede ser muy subjetivo, pero el del público no, el público te es fiel toda la vida, ese es el premio, aseguró.