Brasil: Una mujer es violada cada once minutos
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En 2015 fueron registrados 45.460 hechos de violencia sexual, según un informe presentado este jueves con base en denuncias realizadas en las 26 provincias y el Distrito Federal de Brasilia.
El estado de San Pablo encabeza la lista con 9.265 delitos sexuales mientras Acre, provincia de la norteña región amazónica, tiene el mayor índice con 65,2 mujeres ultrajadas cada cien mil habitantes.
Los números nacionales indican que en Brasil fueron agredidas 22,2 mujeres cada cien mil habitantes, mientras en Río de Janeiro ocurrieron 29,5 agresiones cada cien mil cariocas y en San Pablo el índice fue de 20,9 cada 100 mil.
Las estadísticas publicadas en el diario Folha de San Pablo indican que en 2015 hubo un 10 % menos de casos registrados que en 2014, cuando ocurrieron 4.978 delitos sexuales.
Pero esa merma tiene que ser observada con cautela, según indicó la especialista Samira Bueno.
La caída de los casos denunciados "no es un motivo para conmemorar" afirma Bueno, directora ejecutiva del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Muchas mujeres temen presentar sus casos ante la policía, donde suelen ser humilladas o sus denuncias son tratadas sin interés y finalmente archivadas.
Ante ello fueron creadas comisarías especiales a cargo de mujeres policía, pero su número es todavía muy bajo.
Además hay mujeres que prefieren mantener la violación en secreto dado que "tienen vergüenza y miedo del agresor al que muchas veces conocen", prosigue Bueno. Hay registro de mujeres que sufrieron estupros múltiples y tuvieron que cambiar de identidad y residencia por orden judicial y bajo protección policial.
Este año una adolescente fue atacada por unos 30 hombres en una favela de la zona oeste de Río de Janeiro, y tuvo que dejar la ciudad pues los narcotraficantes la amenazaron.
Pero con el correr de los meses la policía, que enfrenta problemas presupuestarios, suele reducir el número de agentes a cargo de la seguridad de la víctima que por lo general termina sin seguridad y en una situación económica muy vulnerable, especialmente aquellas que fueron abusadas en las favelas.
El debate parlamentario sobre violencia y acoso sexual enfrenta el sabotaje de la poderosa bancada de pastores evangélicos, que también se oponen al aborto de las mujeres violadas.
Precisamente un pastor evangélico, Marcello Crivella, acaba de ser elegido alcalde de Río de Janeiro, una de las ciudades con mayor número absoluto de crímenes sexuales, que crecen considerablemente durante el carnaval.
De acuerdo con la especialista Samira Bueno, uno de cada tres hombres brasileños opina que las mujeres violentadas son las culpables por incitar a los agresores con ropas provocativas o actitudes insinuantes.
Folha de San Pablo citó hoy otro estudio, realizado en 2013 por el Instituto de Pesquisas Económicas Aplicadas (IPEA), en el cual se considera que sólo el 10 % de las mujeres denuncian a sus violadores.
Un alto número de estupros son perpetrados por familiares de las víctimas, indicó aquella investigación del IPEA, organismo de estudios dependiente del gobierno federal.
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