«El catalán Ramón Timonel pagaba ocho pesos mensuales por el alquiler de la glorieta donde hoy está el Latino», ha reiterado este capitalino acucioso amante del deporte nacional.

«Allí se jugaba los fines de semana», amplió.

Lo cierto es que su posterior nacimiento dotó a la nación cubana de una instalación imprescindible, fundada el 26 de octubre de 1946 bajo el nombre de Gran Stadium de La Habana.

El Coloso del Cerro, como también se le conoció desde entonces, acogió ese día un desafío entre los equipos de Almendares y Cienfuegos correspondiente a la Liga Profesional de Cuba y el primero ganó con marcador de 9-1 carreras.

El venezolano Alejandro “Patón” Carrasquel rubricó el triunfo desde la lomita en pleito que duró dos horas y diez minutos.

Se oficializó así la página inicial de una historia que ha sumado innumerables juegos, actos y otros acontecimientos, además de remodelaciones exigidas por el paso del tiempo.

La primera concluyó en octubre de 1960, aunque fue la de 1971 la que fijó la capacidad actual de 55 mil espectadores.

El seis de octubre de ese 1960, en la clausura del I Congreso Latinoamericano de Estudiantes, el Comandante en Jefe Fidel Castro propuso su actual nombre: Estadio Latinoamericano.

El sitio donde nacen sueños, se celebran triunfos, se lloran fracasos y desbordan pasiones acogió las series del Caribe de 1949, 1953 y 1957, las Copas Mundiales de 1952, 1971, 1973 y 1984, las intercontinentales de 1979, 1985, 1995 y 2002, los Juegos Centroamericanos de 1982 y los panamericanos de 1991.

En 1999 una selección de la isla rivalizó ahí con los Orioles de Baltimore y este año se produjo un duelo similar cuando el Tampa Bay Rays reiteró la presencia de las Grandes Ligas estadounidenses en ese recinto.

El primero de esos duelos contó con la presencia de Fidel, y el más reciente fue presenciado por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros General de Ejército Raúl Castro y el mandatario estadounidense Barack Obama.

Allí también tuvo lugar el histórico encuentro encabezado por Fidel y el líder venezolano Hugo Chávez, quien inicialmente desde el montículo y más tarde en la inicial confirmó su amor por Cuba y el deporte nacional de ambas naciones.

Sus condiciones han permitido al Latinoamericano organizar eventos que van desde peleas de boxeo, rodeo y conciertos hasta la inauguración del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en 1978.

El “templo” del béisbol cubano guarda también historias ligadas a la lucha insurreccional por la libertad patria.

En 1956 hubo allí una manifestación estudiantil encabezada por José Antonio Echeverría contra el tirano Fulgencio Batista.

Actual casa del equipo de Industriales y parte indisoluble de la cultura del país, llega a 70 años en medio de reparaciones, especialmente de su cubierta, luego del importante proceso de mejoramiento integral concretado en ocasión del choque con los “matarrayas”.

Propuesto en abril de 2014 Monumento Nacional, es sitio de referencia al que se acercan nacionales y foráneos llegados a La Habana que le tiene entre sus joyas.