Cumbre en Colombia: ¿representa Estados Unidos una verdadera democracia?

Un alto funcionario de la Casa Blanca, Dan Restrepo, insistió este jueves en que Cuba asistirá a la titulada Cumbre de las Américas cuando sea un país democrático.

Hizo tal pronunciamiento durante una conferencia telefónica realizada en Washington a pocas horas de iniciarse la sexta de esas citas en Colombia.

Restrepo agregó que Cuba debe cumplir los mismos compromisos que  el resto de los países, “queremos ver a una Cuba democrática en el sistema”.

También recordó un acuerdo de la OEA en 2009 que levantó su exclusión del sistema interamericano, y lamentó que La Habana no ha solicitado reincorporarse ni expresa interés en hacerlo.

Exaltó la puesta en marcha por Obama de políticas “para ayudar al pueblo cubano, pero estimó que sus autoridades continúan negando a la población los derechos universales.

Observadores apuntaron en Washington que ahora la posible asistencia de Cuba a futuras Cumbres no está en la agenda, pero que será “uno de los puntos calientes” del foro en Cartagena.

Al igual que Dan Restrepo, distintos portavoces de la Casa Blanca han reiterado la necesidad de que ellos santigüen a la isla como una democracia antes de permitirle sentarse en las  referidas citas.

¿Y quién bendice al Gobierno de Estados Unidos? ¿Cómo andan las cosas por sus lares en cuanto a derechos humanos y civiles? Una simple muestra podría ayudar a responder.

Sumergido en la profunda crisis global a la que dio inicio y luego regaló a muchos en la Tierra, ya exhibe unos 25 millones de personas  entre desempleadas y con trabajos parciales.

Esto cuando para aliviar sus hondos déficit presupuestarios han aplicado drásticos recortes a los programas de educación, salud pública y seguridad social, entre otros.

El posible candidato presidencial del Partido Republicano, Mitt Romney, exhibe una fortuna que sobrepasa los 250 millones de dólares, pero reportajes televisivos sorprenden al mundo con la creciente existencia de villas miseria en Estados Unidos.

No en balde, hace alrededor de una semana el presidente Barack Obama reconoció en la Florida que están afrontando hoy la división social más grande en décadas.

Cada vez más norteamericanos tienen que escoger entre pagar la hipoteca de su vivienda o comprar alimentos y medicinas, tal y como informan medios de prensa.

Una impresionante comunidad estimada en 50 millones de personas, o más, carece de seguro médico en ese país sin la esperanza de una rápida solución a su tragedia.

Ello contribuye a explicar los resultados de múltiples encuestas de opinión pública que dejan muy mal parada la autoridad de su Gobierno, Congreso y vida política en general.

Además el renovado despliegue de la ultraderecha, como lo demuestran recientes asesinatos de tres afronorteamericanos, entre ellos Trayvon Martin, de 17 años de edad.

Como derivación el semanario New Times informó que con el pretexto de frenar el supuesto peligro de una venganza de la comunidad negra, un grupo neonazi patrulla calles de Sandford, ciudad floridana donde mataron a Trayvon.

Una investigación del Southern Poverty Law Center reveló el  miércoles que otros grupos como ese crecieron “de manera espectacular” durante el último período.

El reporte, titulado Año de Odio y Extremismo: El Movimiento Patriota Explota,  añade que el hecho tuvo lugar por tercer año seguido, con un aumento de 755 por ciento del indicador desde 2008.

Se suma el escándalo internacional por fotos sobre torturas aplicadas por soldados estadounidenses a prisioneros en cárceles de Iraq y la base naval impuesta en Guantánamo, así como revelaciones ligadas a calabozos secretos de la CIA en países  con gobiernos aliados a la Casa Blanca.

Las divulgadas atrocidades cometidas en Afganistán y Pakistán por militares de la misma nacionalidad originaron allí fuertes protestas entre todos los sectores y sirven de colofón a esta síntesis.

Hacen recordar que el ilustre asesor norteamericano Dan Restrepo hizo hincapié este jueves en que únicamente los países democráticos pueden ser invitados y asistir a la Cumbre de las Américas.