El famoso director, ganador de un Oscar, contó con la mejor fuente de inspiración para su película: el propio Snowden, a quién visitó en Moscú invitado por su abogado, según ha revelado el cineasta.

"Snowden tuvo que sacrificarlo todo"

Stone relata que durante dos años su coguionista y él recibieron "una gran cantidad de información privilegiada sobre lo que ocurrió", lo que les permitió crear "una historia muy convincente y, al mismo tiempo, muy emocionante", porque "sigue desarrollándose en este momento".

Para Stone, una de las cosas más sorprendentes sobre el hombre que reveló al mundo el espionaje electrónico masivo de EE.UU. es su "relación humana con su novia", algo que "nunca se menciona realmente en la prensa".

En este setido, comprender a qué renunció Snowden es necesario para entender lo importante que era para él el problema del espionaje en EE.UU.

"Es importante comprender que él tenía un amor en su vida, tenía una relación con alguien que le importaba", ha subrayado Stone, precisando que mantener esa relación era "crucial" para el exempleado de la NSA, si bien "tuvo que sacrificarlo todo por esta historia que él quería revelar al mundo".

El director de la película hace hincapié en que Snowden es una de las tres, cuatro o cinco personas que han hablado sobre la NSA, y que han tenido que enfrentarse a ciertos problemas por ello. "Ha tenido mucho valor. Uno nunca puede predecir el resultado de la revelación de secretos", ha señalado Stone.

"Estado de guerra cibernética"

Los problemas de EE.UU. no se limitan al estado de vigilancia que expuso Snowden en su filtración, ya que —advierte Stone—, el país se encuentra en un "estado de guerra cibernética" en el que a veces "sacamos conclusiones sin una base real" y "decimos cosas estúpidas".

En este sentido, el cineasta ha comentado el reciente 'hackeo' de los correos del Comité Nacional Demócrata de EE.UU. (DNC, por sus siglas en inglés) que el despacho de Hillary Clinton atribuye a Rusia, lo que, según Stone, "es estúpido" y no se apoya en hechos.

"Es fácil decir una y otra vez: '¡que vienen los rusos, que vienen los rusos!', indica Stone. Y añade: "Esto no es nada nuevo y es una tontería".

"En la guerra cibernética, por lo que he aprendido de la película, lleva mucho tiempo —a veces meses— averiguar quién hizo qué a quién", señala el director, agregando que el problema es que "nadie tiene paciencia en este ciclo de locos" y es "más fácil apuntar a los enemigos como instigadores".

Respecto a los verdaderos culpables de esta filtración, Stone apunta que "tienen sentido" las alegaciones de algunas personas acerca de que se podría tratar de un informante interno.

Asimismo, ha querido subrayar la naturaleza de la filtración, que expone el comportamiento deshonesto del Comité Nacional del Partido Demócrata de EE.UU. "Este es un verdadero escándalo", pero los medios de comunicación "lo pasaron por alto", lamenta Stone.