¿Cómo celebran los olímpicos en Rio-2016?

Cada cual celebra a su manera, algunas son más íntimos, otros desahogan toda la energía contenida para lograr la concentración, algunos lloran y otros se mantienen ecuánimes, o hacen todo un show, como el sprinter Usain Bolt.

Desde que el Relámpago se apropiara del arquero, popularizado años antes por el mexicano Cuautemoc Blanco, otros campeones olímpicos también han acuñado su celebraciones, como el discóbolo alemán Robert Harting, que ripia sus camisetas al estilo Hulk.

Harting quedó fuera en Rio-2016 y justamente su hermano Christoph dominó el disco en esta ciudad, pero a diferencia de Robert, el flamante monarca se limitó a reverenciar a la grada con gracia y afección, al más puro estilo victoriano.

A su vez, el boxeador kazajo Shakhram Giyasov destronó al cubano Roniel Iglesias, y tras escuchar el veredicto saltó al centro del ring imitando la pose con que CR7 suele celebrar sus goles, desde los más elaborados hasta los más básicos, de penal.

Por su parte, el corpulento pesista lituano Aurimas Didzbalis celebró su bronce con un salto mortal hacia atrás, y David Katoatau, otro voluminoso halterista, bailó funk para alertar sobre el cambio climático que amenaza su Kiribati natal.

"Mucha gente ignora dónde está Kiribati, por eso aprovecho el levantamiento de pesas y mi bailecito para que nos conozcan", explicó Katoatau, quien estrenó sus pasillos en los Juegos de la Commonwealth de Glasgow-2014.

Otro que bailó fue el gladiador cubano Mijaín López, que cerró una actuación inmaculada en la Ciudad Maravillosa, meneando la cintura al estilo "repartero", con un carisma solo superado, y por estrecho margen, por el de Bolt.

Sin embargo, la nadadora china Fu Yuanhui se robó el corazón de todos, con sus monerías en el podio olímpico, que de paso rompieron con la eterna imagen de solemnidad que caracteriza a los deportistas del denominado Gigante Asiático.

Los vídeos e imágenes de Fu se han hecho virales en las redes sociales, y su espontaneidad y salidas ocurrentes ya la valieron un título nada envidiable: la deportista que más se da a querer en Rio-2016.