Venezuela: La batalla mediática
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La Revolución Bolivariana de Venezuela y el pueblo que la lleva en sus hombros esta consciente de que: “1) no es fácil proponer otras alternativas (porque la hegemonía suele limitar excesivamente la capacidad para imaginar otras opciones), 2) no es fácil convencer a la mayoría de que realmente hay otras alternativas posibles y variables, 3) tampoco es fácil llevarlo a la praxis, y 4) a pesar de que es mucha veces minusvalorado y/o olvidado, es mucho menos fácil continuar prolongadamente llevando a cabo esa otra propuesta social, económica y política, siempre con el apoyo de la mayoría.” (Alfredo Serrano Mancilla, América Latina en Disputa).
En el presente estamos en “tiempos de dificultades”, la Revolución Bolivariana de Venezuela está siendo atacada en dos escenarios de la manera más brutal que se ha visto en los años que lleva caminando hacia el socialismo, en palabras del periodista Walter Martínez: “toda crisis (y no hay duda de que vivimos una), sea política, militar o gerencial tiene dos teatros de operaciones o escenarios. A) La crisis real, con sus protagonistas. B) La misma crisis reflejada en los medios, especialmente los audiovisuales. Se puede estar perdiendo en A y nadie se enterará mientras no aparezca en B… Si se maneja profesionalmente la opción B se ganara tiempo y margen de maniobra para rectificar errores en la opción A. Pero ganar en A y no saber venderlo en B hoy día equivale a una derrota”. (Walter Martínez, 76 domingos en nuestra querida, contaminada y única nave espacial).
No es un secreto que la prensa en cualquier medio (escrita, radial, televisiva o 2.0), o de cualquier naturaleza (privada o pública) buscara siempre el mismo objetivo: manipular la opinión pública a favor de bandos harto conocidos: Neoliberal-capitalista o el socialista-bolivariano en el caso venezolano, En ese sentido “el manejo de la opinión pública es tan importante –y se le da ya tanta prevalencia- como el manejo de las modernas armas de destrucción…perdida la opinión, también la guerra está perdida”. (Héctor Mujica, El imperio de la noticia).
¿Cómo está siendo manipulada la opinión pública en Venezuela? Una de ellas es a través de la técnica de la “propaganda negra” del doctor Goebbels, que Héctor Mujica explica de la siguiente manera en su libro El imperio de la noticia: “tiene dos modalidades: la primera, cuando los canales de comunicación se cierran y no hay información alguna, o la que hay es incompleta y fragmentaria, o que suscita interpretaciones equívocas; la segunda, cuando adrede se informa mal para que el enemigo o el adversario actúen en consecuencia.
La primera se está cumpliendo en el país de una manera multiforme, diarios con más de veinte años publicando como De Frente, periódico de circulación regional en el Estado Barinas ahora se encuentra solo en la web por los altos costos de producción, reduciendo su público a los lectores web, descuidando a los lectores tradicionales de la prensa escrita.
Al arrinconar a los medios de comunicación pequeños con la poca existencia de publicidad se está generando, o ya se generó el fenómeno de que el pez grande se come al pequeño, y así el gran negocio de los medios de comunicación quedaría en menos manos.
Ahora nacen con más dificultad periódicos alternativos o comunitarios, hace un par de años con cien bolívares sacaba tres ejemplares de mi viejo boletín cultural Verso y Prosa, ahora si me propusiera volverlo a hacer sacaría un solo ejemplar con esa misma cantidad de bolívares. Los que aún se mantienen optaron por reducir el número de páginas o por la modalidad anfibia (Físico-virtual), El correo del Orinoco y algunos otros periódicos nacionales y regionales afectos al gobierno todavía se mantienen en la lucha, pero sufriendo grandes dificultades.
Aclararemos más el punto, en un estudio lector hecho por el Centro Nacional del Libro (Cenal) de Venezuela en 2012, se determino que el 68% de los encuestados leen periódicos. En el soporte que más prefieren leer –según el estudio- es el físico con un 72,3% de aceptación. Estas cifras dan a conocer la importancia que aún tiene la prensa escrita en mi país actualmente aún con todos los avances en la comunicación.
Los grandes medios de comunicación que tienen una política abierta en contra del gobierno nacional no pasan por el problema de la escasa publicidad, y si hay algún lector incrédulo, lea el siguiente párrafo del artículo de Walter Martínez, Los documentos secretos de la ITT:
“El diario en Santiago tiene problemas económicos. Desde el día de las elecciones está recibiendo de 10 a 15% de su volumen normal de avisos. Les costará este mes financiar su planilla de sueldos. Se nos avisará la ayuda que podamos contribuir al desarrollarse las actuales actividades entre ahora y principios de octubre.”
“Hemos recomendado, fuera de ayuda directa, lo siguiente: 1) Que nosotros y otras firmas norteamericanas en Chile inyectemos algunos avisos a El Mercurio (¡Esto ya se ha comenzado!). 2) Que ayudemos a colocar otra vez algunos propagandistas en la radio y la televisión” (76 domingos en nuestra querida, contaminada y única nave espacial).
De la segunda modalidad de la propaganda negra del doctor Goebbels también hay una larga tela que cortar en Venezuela. La noticia es una mercancía más que dependiendo del medio o empresa comunicacional venderá la idea en el público lector de que un sistema es mejor que otro, y en los diarios nacionales y regionales podemos ver ese fenómeno de la siguiente manera, la mayoría de las noticias a favor del gobierno venezolano son redactadas en oficinas de información del estado, y además hay que pagar para que sean publicadas. Por otra parte las noticias negativas son redactadas en su mayoría por los comunicadores sociales de esos medios, y ahora también por las salas de prensa de los partidos políticos opositores (¿Se les exigirá algún átomo de neutralidad, imparcialidad o neutralidad en ellas por parte de los medios que las publican?).
Continua diciendo Héctor Mujica en su libro: “respecto a la oportunidad, sostenía –Goebbels- que la información debe llegar al público antes que la propaganda del enemigo, que una campaña de propaganda debe comenzar en el momento más favorable, y, en cuanto a la repetición, “no debe repetirse más allá del punto en que empieza a disminuir su eficacia”.
¿Qué paso con la campaña de liberen a Leopoldo? ¿Con la de regresa Rosales? ¿Con la de la Salida? Todas cumplieron su ciclo de vida y fueron olvidadas por los políticos y las empresas de comunicación, y por ende por los seguidores de la oposición, bueno todavía hay grupos mínimos que continúan promocionando ideas de esas viejas campañas.
Las salas de prensa del estado a nivel nacional o regional no pueden dar a conocer todos los logros que hemos obtenido en Revolución, durante y después del Comandante Chávez, los comunicadores sociales “independientes” –nadie es independiente de los medios, nos servimos de ellos y ellos de nosotros aunque no queramos- estamos haciendo lo nuestro escribiendo, creando, a través del periodismo 2.0 –que en la actualidad es el más económico y accesible-, y muchos otras formas a nuestro alcance.
Muchas de las salas de noticias de las alcaldías y gobernaciones de los estados del territorio venezolano se encuentran en manos de opositores que llegaron a ser gobernadores o alcaldes, y creo que no tengo que explicar porque esas salas de noticas no tributan para la Revolución.
Pero eso no es todo, se necesitaría un ejército de comunicadores sociales para lograr sacar por todos partes los avances en educación, deporte, cultural, infraestructura, vivienda, entre otros. La verdad es que técnicamente en Venezuela si existen suficientes comunicadores sociales para logra ese objetivo, pero en el periodismo de mi país existe una crisis: hay tres tipos de comunicadores sociales, el primero, el de los deshonestos que son un grupo importante, el segundo, los inconscientes que no saben qué hacen, cómo lo hacen ni para quién lo hacen y, el tercero, donde se encuentran los críticos, los conscientes del problema comunicacional que enfrentamos, los que buscan ayudar a generar los cambios sociales que necesita el país, puedo decir que este grupo no es nada pequeño, como muchos quieren creer.
Durante los años en que estuvo gobernando el Comandante Chávez y en los años que lleva el camarada Nicolás Maduro Moros en la presidencia se ha democratizado el espectro radioeléctrico, con radios y televisoras comunitarias, del estado, alternativas y privadas. Gracias a la presión económica de la escasa publicidad para unos medios y el exceso de publicidad para otras se está viendo el fenómeno de los saltos: radios comunitarias pasan a ser comerciales –algunas formalmente y otras en espíritu-, los medios alternativos –radios que es donde más se ve- se asocian con radios privadas y cambian totalmente el espíritu con que nacieron, pasando así de ser armas de la Revolución, a ser armas de la contrarevolución ideológica.
En este ambiente de “guerra fría” comunicacional los comunicadores sociales afectos al gobierno nacional tenemos que movernos para vender la imagen de la Revolución en el escenario B, a nivel nacional e internacional. Sumemos a todo esto y más cosas que escapan a mi capacidad de análisis que los comunicadores somos humanos y también sufrimos los embates de la guerra económica y alimentaria que se cierne sobre el pueblo venezolano.
Como decimos en Venezuela, “hay que echarle un camión para salir de esta situación país que estamos viviendo”, pero como también digo siempre: “nadie dijo que sería fácil promover la idea del socialismo en el país, en la región y en el mundo, si nos atacan es porque algo estamos haciendo bien”.
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