¿Por qué nos besamos?

¿Por qué nos besamos?
Fecha de publicación: 
13 Abril 2016
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Paradójicamente, esto aconteció en un país que se considera bastante conservador; de hecho, el concurso de besos se organiza en Tailandia cada año, pero las reglas establecen que los aspirantes estén casados o puedan demostrar la seriedad de su relación con una carta de los padres.

 

Afortunadamente, en Cuba no somos tan exigentes. Probablemente, si se convocara aquí a un concurso de ese tipo, todos los barrios, de punta a cabo de la Isla, llevarían unos cuantos candidatos, pues los cubanos damos besos “hasta por gusto”; el calor es algo que llevamos dentro, corre por nuestra sangre, nos impulsa el clima…

 

Y creo que, si bien a veces la gente se pasa de la raya con extremo besuqueo en lugares públicos o delante de los menores, llevamos un sello de apasionados dentro y fuera de Cuba. Y eso nos gusta.

 

beso foto famosa

 

Besar es, antes de llegar al acto sexual, la vía más íntima, más cercana de interactuar con la otra persona. Nuestros labios y, por supuesto, la boca completa son el umbral al mundo exterior. Abrir esa puerta es, de cierta forma, entregarse; no tiene que ser completamente, pues cada circunstancia apela a diversas necesidades y particularidades, pero sí cedemos algo de nosotros durante un beso y revelamos parte de nuestro ser, secretos…

 

En un beso va nuestra pasión, nuestra manera de actuar. Un beso puede ser el resultado de días de cortejo entre dos personas que se están conociendo. Puede ser la despedida, el reencuentro, el dejarse llevar en un momento de embriaguez, la enajenación mientras alguien nos conquista con un baile suave, el inicio de una relación para siempre o para nunca más. De un beso se puede nacer o morir en el intento.

 

Dicen que los besos son muy saludables para los humanos. El contacto de labios estimula todo el cuerpo, se libera la adrenalina por el torrente sanguíneo, se tonifican los músculos faciales y espiritualmente ese acto nos llena, nos complace, nos hace sentir queridos, importantes, deseados.

 

¿Cómo saber si besamos bien?

 

Creo que esa pregunta se la hace todo el mundo al menos una vez en la vida. La respuesta no tiene que ver con ninguna teoría. La respuesta se observa cada día en la respuesta de nuestras parejas.

 

beso entre arboles

 

Para Amanda no hay exactitud, más bien es un problema de gusto. “Hay quienes son más babosos durante el intercambio, otros usan más la lengua. Algunos besos son más rápidos o más suaves, pero no podemos decir que son  buenos o malos sin saber qué es lo que nos hace sentir plenos o excitados. En realidad, creo que la cosa no es de tipo de beso, sino de personas, de cómo la pareja se identifica con ritmo, gustos, hábitos…”

 

Algunos prefieren labios carnosos, bocas grandes, pequeñas, lengua con mucho movimiento. Otros se fijan en los ojos mientras besan. Se dice que ojos cerrados significa concentración, apasionamiento, y que ojos abiertos denota frivolidad o falta de espontaneidad; sin embargo, hay quien ve muy positivo mirar a la persona que está besando.

 

“La forma en que una mujer abre la boca es lo que me permite tomar la iniciativa”, dice Tony. “Un beso define lo que será después la relación sexual, que en el caso del hombre, es lo que se espera”.

 

Este joven ve el beso como un estilo de marcar límites, de definir situaciones. Para Tony, el beso genera siempre un compromiso, que “en la naturaleza masculina implica, al menos, una noche. En cambio, para las mujeres el beso lo representa todo, se entregan, están dispuestas a implicarse por un tiempo más largo”.

 

Según él, para los hombres es más fácil besar que para las mujeres, porque ellos son más materialistas y menos desinhibidos. “La mayoría de las mujeres idealiza el momento del beso. Aunque no hay una regla sin excepción. Hay parejas en las que sucede todo lo contrario”.

 

Magaly cree que por el beso se deduce si la otra persona te gusta o no. “Es muy probable que si no te gustan sus besos, no se satisfaga lo demás. Es casi certero que si te gusta eso inicialmente, lo demás funcione”.

 

Ella comparte la opinión de que se dan menos besos cuando hay pareja estable. “La rutina, el apuro con que muchas veces llevamos la vida, nos lleva a despedirnos o saludarnos de piquito, y casi siempre los besos apasionados, los llamados de lengua o besos franceses, los reservamos para los momentos de intimidad, los días de sexo, que también suelen ser menos frecuentes cuando se trata de una pareja de muchos años”.

 

Mayito asegura que un buen beso es el que viene con pasión, que no es sinónimo de desenfreno. “No me gusta que parezca que me quieren comer, sino que ella está disfrutando, y que a mí me llega la pasión también”.

 

Un primer beso o beso de reconocimiento no precisamente tiene que ser el más loco. Es mejor si uno inicia el ritual poco a poco, descubriendo quién es esa otra persona que tenemos delante y a quién nos estamos abriendo.

 

El beso perfecto

 

Aunque lo mejor es responder al instinto humano, hay varios factores que no debemos menospreciar si creemos que estamos próximos a besar a alguien. Mantener una buena higiene bucal es fundamental. También hay algunas mañas para el aliento; por ejemplo, chupar una pastilla de menta un rato antes del beso; evitar comer alimentos que dejan mucho residuo en los dientes; tomar abundante agua para evitar la deshidratación de los labios; usar lápiz o crema labial un rato antes, y sobre todo, escoger el momento adecuado para el beso.

 

Un beso es desestresante, pero cuando se trata de desconocidos o nuevos compañeros, puede provocar cierta tensión o duda. Entonces mejor no propiciar que un detalle inconveniente empañe un bello momento o que alguna incomodidad distraiga la atención, para que el beso sea precisamente ese momento feliz y liberador que estábamos esperando.

 

Un beso no es solamente una cosa de labios y lengua. Una vez iniciado el ritual, hay muchas maneras de hacer sentir bien a la otra persona: tocarla, besarle o lamerle otras partes del rostro, susurrarle una frase bonita, darle confianza, comodidad, complacerle según las señales que esa persona muestre, pues no existe un algoritmo ni método exacto. Todo depende de las circunstancias. Mientras más se enriquece el momento del beso, mejor.

 

El contacto visual, la sonrisa, el movimiento de las manos, en fin... son fundamentales, ya que pueden ser indicadores de lo que la otra persona desea y espera en un beso.

 

No hay reglas más que el disfrute de ambos. A tu pareja anterior quizás le gustaba tal cosa, no precisamente es igual para tu compañero actual. La cuestión del tiempo que dura un beso no es lo más importante, sino que ambos se sientan bien.

 

beso torre

 
¡A besar, que el mundo se va a acabar!

 

Y, en realidad, ¿por qué nos besamos? Los humanos nos besamos por impulso, por instinto, porque es una manera de probar a la otra persona. A veces solo la forma, la silueta de la boca de alguien nos llama la atención, nos inspira a fantasear con besar incluso a un desconocido. Escuchar a alguien hablar, sentir su mirada, su sonrisa, identificarnos con sus gestos y su físico nos provocan curiosidad, nos lanzan a ese vacío, a ese momento —donde se detiene el tiempo— que es un beso.

 

Alguien muy especial me dijo una vez que, aun cuando había bronca en las parejas, los besos de saludo y despedida durante el día eran necesarios, pues incluso sin llegar a la reconciliación, besarse antes de partir al trabajo es una forma de decir “Te tengo presente”, “Seguimos juntos, aunque todavía estoy molesta”, o “No me gustó nada lo que sucedió ayer, pero no quiero que te vayas”, en fin…

 

Hay muchos tipos de besos y gustos personales, pero definitivamente, el porqué de un beso tiene que ver con expresar sentimientos. No necesariamente se relaciona con el amor; uno besa estando ebrio, y en ese momento lo único que queda claro es la inconsciencia. Se besa con rabia, se besa cuando se siente mucho deseo, se besa para combatir la soledad, para dar celos, por experimentar, para demostrar algo, para complacer al otro… Pero cada uno de estos motivos viene aparejado a lo que sentimos nosotros, y muestra algún tipo de relación con la persona besada.

Cada beso tiene su significado. Escojan bien a la persona, eso sí, no hace falta romper un récord, pero no escatimen. Besen y déjenlo todo en ese instante, cada día. El recuerdo de un buen beso es siempre un recuerdo feliz. El beso en sí mismo nos ayuda a ser más felices y mejores personas.

 

beso cartel

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