Cuando hace unos cinco meses Ismel Jiménez Santiago llegó desde Canadá atrapado en un yeso y su brazo de lanzar partido en dos, pocos imaginaron verlo tan pronto casi a punto de volver al box.

Pero el trinitario ha sido persistente, tozudo y optimista y, aunque restan meses para verlo a plenitud, reconforta ver este “otro Ismel” en medio de aparatos, ejercicios o corriendo en medio de la pista.

“Comencé la rehabilitación desde que llevaba dos meses con el yeso, tenía tratamiento con magneto para que fuera consolidando el brazo, me guió Leider, el mismo muchacho con quien me hice la rehabilitación de la espalda hace un tiempo cuando trabajaba en el Hospital de Rehabilitación; ahora asisto a su gimnasio particular desde hace unos tres meses. He ido viendo la mejoría poco a poco, veo el avance, estoy ganando en fuerza y elasticidad en mi brazo”.

¿Qué dicen los médicos?

Liván (ortopédico del Frank País) me dijo que me mantuviera con ejercicios y rehabilitación, pero que aún no hiciera fuerza, que las cosas iban marchando como él esperaba. Muchos médicos pensaban que sería más rápido operándome, pero él junto conmigo y la comisión decidieron no hacerlo para que soldara naturalmente, así no tengo pasadores ni nada. En la última placa de hace unos 20 días me faltaba una mínima cosa para que consolidara el hueso, claro, me estoy suplementando con calcio, vitamina, ejercicios y tengo el seguimiento del doctor Remberto Pérez.

¿Qué haces en la pista de atletismo?

Por las tardes corro junto con el rehabilitador, quiero estar preparado físicamente para cuando empiece a entrenar con el equipo de Sancti Spíritus tener por lo menos el 80 por ciento de mi cuerpo listo, sobre todo mis piernas, la parte aerobia y la rapidez porque me ayudan al movimiento, aunque me queda un poco la rigidez en el hombro por el tiempo de inmovilización.

Te veo con dumbles, ¿no vas demasiado rápido?

No son de fuerza, es para ir fortaleciendo el hombro, corro con ellos, tengo presente parar al mínimo dolor, pero no lo he sentido. No obstante no te puedo negar que me ataca la ansiedad por coger la pelota y que he tomado una y la he tirado contra la pared escondido de la gente de mi casa; la he tirado lateral a ver cómo se siente y cómo me siento yo y también para ver si se me quita un poco el estrés por recuperarme rápido y entrenar como tal.

Hablas de entrenar como si eso fuera mañana…

Eso se lo voy a dejar a Dios y a los médicos, estoy loco porque sea mañana mismo, pero realmente quiero estar unos dos meses más en la rehabilitación para que mi cuerpo esté fortalecido y pueda enfrentar el entrenamiento del béisbol que es riguroso. Quiero estar fuerte para no lesionarme por otras partes y tener una larga vida en la pelota, sacarle a mi cuerpo el extra y poder lanzar unos cuantos años más. De cuándo comenzar no se ha hablado, no tengo tiempo ni fluidez en el brazo, estoy haciendo las cosas como los médicos y el rehabilitador me dicen, así creo que pueda volver al box.

¿Has sentido el apoyo de la gente?

Es increíble cuando salgo a la calle, a veces demoro en llegar a donde voy porque la gente me para y me pregunta y eso me da el doble de fuerza; te confieso que estoy contento con el pueblo, con amigos que se han portado como familia y no los menciono porque son muchos y si se me queda alguno, me daría pena. Las autoridades también se han preocupado por mí, me llaman y me preguntan qué necesito, me han ayudado con el transporte de ir a La Habana a los turnos, de Radio Rebelde me llamaron porque estaban preguntando por mí, eso me da aliento y ganas de seguir y decir: ¡coño, Ismel, tú puedes y tú lo vas a hacer!

¿Ideas mías o este Ismel es diferente al de hace cinco meses?

Veía este momento lejos, verlo así de cerca me da mucha alegría: poder correr, hacer cosas…, eso me da vida, volver a lanzar es el reto más grande que tengo en este momento. Nelson Ventura, el comisionado, me dijo: “¡Estás loco!”, pero en mi mente está cuando cierro los ojos ver pitchear a Ismel el primer juego de los Gallos; ¿contra quién?, no sé, solo sé que me veo ahí, no sé si el tiempo me dará o no, pero voy a exprimir mi cuerpo para estar listo y ayudar a mi equipo otra vez.