El presidente estadounidense Barack Obama, reconoció hoy los avances derivados del nuevo curso de relaciones con Cuba, a un año del histórico anuncio del inicio del proceso para el restablecimiento de las relaciones bilaterales.

Hace un año, anuncié que después de más de 50 años, Estados Unidos cambiaría su relación con Cuba anteponiendo los intereses de los pueblos de ambos países, en lugar de las formas obsoletas del pasado, subrayó Obama en una breve declaración escrita emitida por la Casa Blanca.

Desde entonces, hemos dado importantes pasos adelante para normalizar las relaciones entre nuestros países, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de las embajadas, ejemplificó.

El gobernante enumeró algunas de las medidas de su gobierno para que más ciudadanos estadounidenses viajen a la mayor de las Antillas y otras dirigidas incentivar el comercio y el desarrollo de las telecomunicaciones.

El cambio no tiene lugar de un día a otro, y la normalización será un largo periplo, reconoció el líder del Ejecutivo norteamericano.

Pero los últimos 12 meses, sin embargo, son un recordatorio del progreso que podemos lograr. Durante el año que viene, continuaremos sobre este camino, empoderando a los cubanos y estadounidenses a guiarnos por ese rumbo, añadió Obama.

Con anterioridad, la mansión presidencial publicó una declaración en la cual expresó satisfacción por los avances en los últimos meses, aunque reconoció que el proceso hacia la normalización de los nexos bilaterales con La Habana será complejo y tomará años.

Avanzamos en la dirección correcta y promovemos un mayor intercambio entre los dos países, indicó la Casa Blanca, mientras reiteró su deseo a favor del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra la isla en 1962, al que calificó de contraproducente. Seguiremos trabajando con Cuba para abordar áreas de preocupación mutua, a pesar de las diferencias, y superar las políticas anteriores de aislamiento que fueron un fracaso, subrayó.

La nota oficial destacó entre los progresos la exclusión de la isla de la unilateral lista de supuestos países promotores del terrorismo, relación en la cual -según el Gobierno cubano- nunca debió estar; así como la visita del secretario de Estado John Kerry a La Habana, en agosto, donde presidió el acto oficial de reapertura de la embajada.

Resaltó asimismo la creación de la Comisión bilateral que ha permitido analizar y avanzar en distintos ámbitos, con la concreción de acuerdos significativos sobre temas como combate al narcotráfico, protección de ecosistemas marinos y reapertura del correo postal.

En lo que va de año, varias delegaciones de congresistas, senadores y hombres de negocios viajaron a La Habana para explorar nuevas oportunidades de comercio, sobre todo en el ámbito de la agricultura. Asimismo en el Congreso estadounidense se presentaron varias iniciativas dirigidas a modificar la aplicación del bloqueo y desmantelar la prohibición de viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba.

En opinión del gobierno cubano, el cerco económico, comercial y financiero impuesto por Washington constituye el principal obstáculo para la completa normalización de los vínculos.

Funcionarios de la cancillería cubana han reiterado que el jefe de la Casa Blanca dispone de amplias facultades para vaciar aspectos vitales del bloqueo.