Delirio Habanero: La casa del son en Cuba
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Quizás por ello, el Delirio Habanero, sala instalada en el piso superior del Teatro Nacional de Cuba, se ha mantenido en la preferencia del público durante tantos años.
Este piano bar -el cual surgió en el lejano 1996 bajo la égida del Grupo Empresarial Extrahotelero Palmares y que más tarde pasó a formar parte de las instalaciones de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM)- se ha caracterizado por la variedad de sus espectáculos, la presencia asidua de grandes personalidades de la cultura cubana y la buena música.
No obstante, si bien en los inicios el espacio incluyó dentro de sus propuestas el bolero, el feeling, la canción de autor, los instrumentales y la trova; en estos tiempos la dirección del lugar -al unísono con la EGREM- proyecta nuevas estrategias, las cuales versan en torno a la posibilidad de rescatar la música tradicional cubana desde sus más
diversas formas.
La idea es convertir el Delirio en la Casa del Son en Cuba -comentó en exclusiva a la ACN Luisa Rodríguez, especialista comercial del Piano Bar-, pues este es el sitio idóneo para rescatar nuestras tradiciones y para ello contamos con varias agrupaciones jóvenes que prestigian la programación.
Ciertamente, de miércoles a sábado, a partir de las 10 de la noche, por el escenario del Delirio Habanero desfilan bandas como Mulata Son, Abel Maceo y su grupo, Son en Klab y Sony Ku, cuyos integrantes, a pesar de su juventud, defienden la sonoridad insular.
Yanaisy Montalvo, vocalista del septeto Sony Ku- agrupación perteneciente al catálogo de la Agencia Benny Moré-, aseguró que en la actualidad otros géneros como el pop, el rock y el reguetón han desplazado a la música tradicional cubana en la preferencia del público.
Al respecto, Abel Maceo –exintegrante de Vocal Sampling- señaló que si bien en otras plazas del mundo se defienden los géneros autóctonos, en Cuba se han perdido estos valores, en tanto se desarrollan otros más banales, no solo a nivel musical, sino poético y textual.
Son muy pocas las agrupaciones que se dedican a tocar música tradicional cubana desde una perspectiva contemporánea, no solo interpretando temas antológicos; por eso es importante que existan escenarios como este, que motiven a los más jóvenes, quienes están ávidos de conocer aquello que nos identifica, aseveró Maceo.
Pero en el contexto actual, donde a diario emergen nuevas propuestas como bares y centros nocturnos privados, insertar al Delirio Habanero en el circuito nocturno recreativo puede resultar un reto tanto para la administración como para los artistas.
Nuestra principal fortaleza es la belleza de la Plaza, pero también debemos incentivar el servicio de excelencia personalizado, vinculado a la coctelería y los suministros, los cuales en ocasiones se nos dificultan, refirió Luisa Rodríguez.
La especialista comercial reconoció que la competencia con otros espacios es muy fuerte y en otras aristas el Delirio tiene las de ganar.
Nuestros precios en relación con los bares privados son mejores, pues el cover son 5 CUC, el cual incluye el consumo de dos líquidos; además, garantizamos la seguridad y la tranquilidad de nuestros clientes, apuntó.
Otras alternativas se deben tener en cuenta para atraer al público, según indicó la entrevistada, quien mencionó, además, la actual campaña que implementa el Delirio en conjunto con las agencias de viajes, las cuales ofertan un paquete que incluye la visita de extranjeros a estas instalaciones.
Mientras que para Abel Maceo, el Delirio puede tener el sello de la música tradicional, pero la labor de los medios de comunicación resulta vital para atraer adeptos.
Es importante que los artistas que integran la programación del lugar estén en los medios de comunicación, que la gente los conozca y se hagan visibles; independientemente de la comercialización, la promoción de los músicos y su calidad es indispensable, recalcó.
Trabajamos para un público heterogéneo, aseguró Maceo. Quien quiere disfrutar de una descarga y pasarla bien, viene al Delirio Habanero.
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