Referendo en Siria confirma legitimidad del poder de Asad

Nueve de cada diez participantes del referendo en Siria respaldaron el proyecto de nueva constitución del país. En la votación participaron cerca de ocho millones y medio de personas o sea el 57,4% de los ciudadanos con derecho a voto, según informó el lunes la televisión estatal siria.

La nueva constitución anula el monopolio del poder del Partido BAAS e introduce el  multipartidismo, así como la igualdad de todos los partidos políticos. Además se garantiza el derecho a la libertad de los ciudadanos, a la vez que Siria se define como “Estado democrático”.

El cese del monopolio de un partido en el sistema político de Siria debe ser aplaudido –declaró el titular ruso de Exteriores, Serguei Lavrov. Además dijo que el referendo es un avance hacia la democratización y subrayó que los propios sirios deben aprobar la resolución sobre las reformas ulteriores.

Washington adoptó una postura a todas luces preconcebida sobre el referendo en Siria. Aún antes del anuncio de los resultados de la votación popular, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, tildó el referendo de “cínico subterfugio” al que recurrió el presidente sirio, Bashar Asad. Pero en caso de que el referendo fracasara, o sea que la población no prestara su respaldo al proyecto propuesto por las autoridades, lo más probable es que el tono de los comentarios fuera totalmente diferente. Al mismo tiempo, Clinton remarcó que el objetivo de EEUU sigue siendo el mismo: desplazar del poder a Asad. Esta declaración encierra la esencia del enfoque de Washington del referendo –considera el analista del Instituto de Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Sótnikov:

—A algunos de nuestros socios occidentales no les conviene el régimen de Asad. Esto también tiene que ver con nuestros socios árabes. Todas sus actuaciones y declaraciones previas al referendo se reducían a ello. También se declaró que Rusia podría ofrecer asilo a Bashar Asad y a los miembros de su familia. Todo esto prueba el afán de que se produzca un cambio de régimen. Seguramente de esto haya que partir, cuando cualquier acción de Asad en dirección de la democracia se calla o bien se niega.

Los opositores occidentales y árabes de Damasco confían en que la oposición desempeñará el papel principal en el derrocamiento del gobierno de Asad. Entretanto, la misma Clinton se vio obligada a reconocer que EEUU no está dispuesto a prestar ayuda militar a las fuerzas opositoras sirias, ya que no sabe a quién y cómo prestarla. En Washington no ven en quién apoyarse durante la planificación de la operación militar en Siria.

Sobre el telón de fondo de esta declaración se dio la noticia de la renuncia de más de una veintena de destacadas personalidades de la oposición como miembros del Consejo Nacional Sirio. Precisamente este consejo denominado “Los amigos de Siria” fue reconocido en la sesión en Túnez como el poder legítimo único. La oposición siria quedó desmembrada desde el principio mismo de los enfrentamientos en el país. Entretanto, el Consejo Nacional Sirio, cuya dirección está representada fundamentalmente por opositores residentes en el exterior, era considerado como el grupo más firme que libra una lucha política contra Damasco. Ahora, también en sus filas, se produjo la primera escisión importante.

En tales condiciones, el día del anuncio de los resultados del referendo, Moscú dio una nueva señal política tanto a Damasco como a la oposición. El canciller ruso Serguei Lavrov manifestó la intención de sentar a todos ellos a la mesa de la negociación. Y para ello se requiere sobre todo el cese de la violencia en Siria, independientemente de donde provenga. 

Fuente: La Voz de Rusia