Rusia rechaza informe de comisión holandesa sobre catástrofe aérea
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El vicepresidente de la estatal agencia de Transporte Aéreo (Rosaviatsia) Oleg Storchev, afirmó en rueda de prensa que los autores del informe asumieron como conclusiva la versión prefabricada desde un inicio por Países Bajos.
Rechazamos esas conclusiones de manera demostrativa y con argumentos fácticos, basados en nuestras investigaciones, aseguró Storchev.
Dijo que mientras se puso obstáculos a la participación de Rusia en la investigación internacional y fue vedado el acceso de expertos rusos al sitio de la tragedia, las indagaciones realizadas bajo la jurisdicción holandesa violaron todas las reglas de la Organización Mundial de Aviación en caso de accidentes aéreos.
Rusia -enfatizó Storchev- planteó a tiempo que debía apresurarse el estudio del lugar donde cayó el avión inmediatamente después de la catástrofe (el 14 de julio de 2014) y proceder con prontitud al estudio de los fragmentos.
La parte holandesa inició las pesquisas el 14 de noviembre, con el argumento de las faltas de garantía de seguridad para los expertos, ilustró el funcionario ruso.
Denunció el vicetitular los intentos de confundir a la opinión pública internacional y dirigir la atención únicamente a las conclusiones holandesas. Subrayó que el informe de la Comisión carece de elementos demostrativos, convincentes y verificables.
Refirió Storchev a modo de ejemplo que en las fotografías proporcionadas por los expertos holandeses a la parte rusa aparecían elementos destructivos "frescos" de una naturaleza (tamaño) y configuración distintas a los mostrados en el informe que presentó ayer la Junta de Seguridad de Países Bajos, lo cual catalogó de falsificación de datos.
Según explicó, los fragmentos destructivos en forma de mariposa pierden peso durante la trayectoria y el impacto con el objetivo.
Llamó la atención que pese a las irregularidades y debilidades de la investigación, la Comisión no tomó en cuenta los datos, cálculos y estudios realizados por expertos de la Agencia y del consorcio armamentista Almaz-Antéi, fabricante de sistemas antiaéreos como los BUK-1, que divulgó ayer nuevas pruebas sobre el accidente del vuelo MH-17.
En cuanto a las conclusiones presentadas por Almaz-Antéi, Storchev aclaró que la organización (Rosaviatsia) parte de un esquema universal de investigación y no de una única versión. No tenemos pruebas de que el Boeing 777 fuera derribado por un misil de sistemas BUK, adujo.
Dijo que en la nave malasia siniestrada no hay orificios de impactos que se correspondan con los daños provocados por la penetración de una ojiva combativa del tipo 9H314 y dejó claro que no suponía un desconocimiento de los resultados experimentales de Almaz-Antéi.
El funcionario reiteró que la Aviación Civil de Rusia continuará las investigaciones para esclarecer muchos aspectos de la catástrofe aérea que aún se desconocen y otros por aclarar.
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