*En cartelera: Aire frío*

*Aire frío*, se sabe, es uno de los textos paradigmáticos del teatro nacional. Virgilio Piñera escribió una obra en la que estaban plasmadas sus obsesiones personales y sus coordenadas estéticas: Un realismo marcado, de alguna forma, por cierto regodeo en el absurdo. Una visión poco edulcorada sobre los conflictos familiares.

Una reflexión sobre el paso demoledor del tiempo. Un drama con visos de humor amargo…

Argos Teatro se suma al homenaje nacional por el centenario de Virgilio, nuestro más importante dramaturgo, con una puesta de *Aire frío* muy fiel al espíritu del texto. Su actualidad da idea del valor de la propuesta de Virgilio, de su asombrosa contemporaneidad, más allá de las circunstancias en que fue escrita. O quizás sea mejor decir: su diáfana intemporalidad.

El director Carlos Celdrán ha apostado por un espectáculo esencial, sin grandes subrayados ni regodeos. La concepción escénica es casi minimalista: ni más ni menos de lo necesario para apropiarse del mensaje del autor. Y lo es en todos sus ámbitos: la banda sonora, el diseño de luces, la escenografía...

El buen gusto y la contención del marco termina realzando lo que en realidad importa: los personajes. El espectador es testigo de una historia contada sin altisonancias gratuitas. No hay elementos que distraigan, no hay digresiones intencionadas o no…

La “limpieza” del estilo de Celdrán llega aquí a su plenitud. Y es precisamente en el trabajo con los actores donde es más evidente.

Todos siguen, a todas luces, una pauta marcada hasta en sus mínimos detalles.

Nada se deja a la improvisación, todo está perfectamente ajustado. Las puestas de Argos Teatro suelen ser mecanismos de relojería.

¿Significa eso que se resiente la emoción? Para nada. Celdrán sencillamente asume su elenco como una orquesta, donde todos los instrumentos tienen que sonar afinados. El mismo texto ofrece las posibilidades para el lucimiento individual, sin necesidad de forzar nada.

Y efectivamente, los actores se lucen. Más que encomiables los desempeños de Alexander Díaz (Oscar), Pancho García (Ángel), José Luis Hidalgo (Enrique), Waldo Franco (Luis), Edith Obregón (Laura), Michaelis Cué (Benigno)… Particularmente notables los de Verónica Díaz (Ana) y Yuliet Cruz (Luz Marina). Ellos sostienen con ejemplar organicidad escenas muy fuertes por su realismo y sus implicaciones en la historia.

Al *Aire frío* de Celdrán quizás le falta cierta noción contexto, un elemento que el propio director prefirió obviar. En su interés por no aludir a épocas (que parece por momentos de actualizar la historia) descuida alusiones bien circunstanciales en el texto, que pueden crear
cierta confusión. Pero ante el ejercicio de pericia que significa esta puesta, nadie se va a molestar por los puntuales desfases.

*Aire frío* se presenta en sala de Argos Teatro —Ayestarán y 20 de mayo—hasta el mes de abril.