Cuba: ¿un país de moda?

Para Cuba la coyuntura actual que transita por un nuevo escenario internacional, con el inicio de los pasos para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, ha significado otro aire para su turismo y las potencialidades de inversiones en este giro y otros afines.

Sin embargo, desde mucho antes, ya este destino caribeño venía dando la batalla por recuperar posiciones de antaño del sector en su región geográfica.

Los esfuerzos desarrollados en la industria sin chimeneas por la Antilla Mayor, a partir de los años 90 de la centuria anterior, empezaron desde entonces a dar sus frutos. Cada vez son más conocidas fuera de fronteras sus propuestas para el ocio, que se aspira capten hasta diciembre entrante un flujo de viajeros superior a los tres millones, codiciada cota ya rebasada en el  ejercicio precedente.

Tras el anuncio simultáneo por los gobiernos cubano y estadounidense de que se sentarían a conversar, se ha destapado casi de inmediato una arribazón  de visitantes y el tema Cuba ha cobrado una notoriedad más allá de un simple eco pasajero.

La curiosidad por lo prohibido hasta ese momento-17 de diciembre de 2014- y la flexibilización- un mes después- de los viajes para personas que encajen en 12 categorías, ha conllevado a crecientes flujos, aunque aún no se han descorrido mucho las cortinas: el bloqueo sigue ahí como hace más de 50 años atrás y a los norteamericanos se les  sigue privando su derecho- previsto en la Constitución de La Unión-  a vacacionar en su vecino del sur.

Si estar de moda significa que se eleven los arribos, que las encuestas respalden las grandes expectativas generadas por el destino en clientes individuales y hasta en potenciales inversores, que los medios realmente den más espacio al acontecer nacional y que personalidades del mundo de la política, el espectáculo y los deportes se han hecho presentes en el ámbito insular, entonces el país disfruta de tal condición.

Podríamos concluir que técnicamente la nación antillana está de moda, pero Cuba no vive de eso;  sino de realidades y ciertamente se ha apostado por el turismo como una vía para catapultar la economía. Claro está, por ende, que se ven con buenos ojos las ascendentes estadísticas de las llegadas internacionales.

Están viniendo más veraneantes desde muchas latitudes y también cubano- americanos y los propiamente norteños. Se han reportado asimismo incursiones por estos lares de un sinnúmero de personalidades.

Por solo mencionar algunas, el Primer Ministro del Japón, Shinzo Abe, el Presidente de Francia, Francois Hollande,  y el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quienes realizaron giras oficiales para declarar sus buenos deseos en público y hablar de negocios en privado.

Vinieron, además, la multimillonaria Paris Hilton, el célebre presentador Conan O'Brien, la cantante Rihanna, el equipo de fútbol Cosmos y futbolistas de primer nivel como Sergio Ramos, quien nos visitó en su condición de Embajador de UNICEF España.

Luego de su partida, el astro del Real Madrid y de la selección hispana, a quien no le abandonó nunca su amplia sonrisa, habló de su viaje a la Isla en su cuenta de facebook, donde también colgó fotos.

“No hay palabras-anotó- para describir lo que hemos vivido, tampoco para dar las gracias. He conocido de cerca un país maravilloso…”

Las redes sociales igual han puesto su granito en reflejar la diversidad de expectativas en relación con el destino.

Otro botón de muestra de la preeminencia de Cuba en los tiempos que corren ha sido el grupo de noticias referentes a aerolíneas que elevan frecuencia de vuelos, reabren antiguos puentes aéreos o inician nuevas rutas.

El 2015 arrancó con buenos augurios al ser puesta la ínsula  en el punto de mira, cuando The New York   Time la validó como el segundo mejor destino de su lista de 52 para vacacionar en estos 12 meses.

Y hace solo unos días, justo a mediados de año, la Organización Caribeña del Turismo, en su más reciente informe, reveló que Cuba continúa ocupando el segundo escaño en la zona, solo por detrás de República Dominicana.

Y lo más significativo  es que las distancias entre los dos territorios se han acortado. Si en 2014, el archipiélago reportó más de tres millones de visitantes y Dominicana más de cinco millones, en el primer trimestre del período en curso se movieron en tales direcciones un millón 135 mil  610 turistas y un millón 499 mil 402 , en ese orden.

La bien llamada Llave del Golfo busca así ser una propuesta duradera y pretende estar en el radar mundial  y, que sí de moda se trate, que el destino cubano perdure en la  preferencia.