Florida-Indocumentadas: El infierno está allí
especiales
Se trata de mujeres inmigrantes que tienen determinados vacíos en su documentación.
Ellas proceden, entre otros lugares, de América Central y México, a menudo solas pero también acompañadas de sus hijos y esposos.
Asfixiadas por la miseria tratan de aliviarla haciendo duras labores agrícolas que antes del inicio de la actual crisis económica evadían muchos estadounidenses.
En ocasiones, reportajes de prensa y televisión mostraron a una gran parte de ellas casi como esclavas de poderosos hacendados.
Y no solo esto, una investigación hecha en 2010 reveló que el 80 por ciento de esas trabajadoras del campo experimentó algún tipo de acoso sexual.
Más recientemente, una encuesta de la Universidad Internacional de Florida (FIU) y la organización comunitaria We Count! arrojó un saldo no menos preocupante.
¿En qué consistió? El 24 por ciento de las mujeres entrevistadas afirmó haber sufrido la misma situación en su trabajo.
Defensores de estas obreras del campo floridano hicieron saber a EFE que tal acoso es uno de los más importantes sufrimientos que afrontan.
Estar acompañadas por su núcleo familiar, explicaron esos portavoces, añade un sentimiento de culpa entre las víctimas.
Gran parte de ellas, agregaron, calla por vergüenza o miedo a quedar sin trabajo o expulsadas.
Aunque una de cada cuatro mujeres ha sido acosada en los viveros de plantas ornamentales, al sur de Miami, la práctica se extiende a todas las labores agrícolas.
Levis Torres, dirigente de la organización We Count! (nosotros contamos), aclaró que los ataques tienen lugar en el campo y en el interior de las naves de embalar y cultivo.
Las víctimas, otra vez, son las más indefensas y vulnerables, las trabajadoras sin papeles”, afirmó Torres.
Un dilema rodea a esta mujer, debe o no confiar a su pareja que sufre acoso, debido a temer por la interpretación de esta sobre el hecho, agregó.
Como variante, que reaccione con furia y la culpe de haberse insinuado a su jefe o supervisor, “con frecuencia señalados como quienes acosan a las trabajadoras”.
Asimismo temen decir a sus esposos lo sucedido porque pueden creer que son ellas las que se están insinuando", afirmó Torres.
Este último explicó que los agresores podrían ir, desde el "acoso verbal o tocamientos, hasta la violación".
Al final, según la experiencia de funcionarios y victimas, el silencio se impone y el asedio se transforma en "tema tabú" que ellas aceptan con resignación.
Según activistas y versiones de prensa, en muchos casos las posibles demandantes reciben dinero y un contrato laboral para que no hablen.
Mas de 560 000 mujeres, indican documentos oficiales, trabajan en la recogida y almacenamiento de productos frescos en el sector agrícola estadounidense.
Expertos recuerdan que alrededor del 75 por ciento de ellas son inmigrantes sin papeles.
"El acoso sexual ha sido como el pan de cada día", manifestó Lucas Benítez, directivo de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, en el condado floridano de Collier.
Si esto no refleja un sostenido y brutal caso de violación de los derechos humanos, habrá que apelar a los cielos para que dictamine.
En septiembre viaja a Cuba el papa Francisco. Nadie duda que esta situación, a 90 millas de sus costas, le provocará interés
Añadir nuevo comentario