Miami: Sus llevados y traídos indigentes
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Añadió que su promedio de vida es de 51 años (79 en Estados Unidos), “y la mayoría fallece por enfermedades previsibles o hechos de violencia que se hubieran podido evitar”.
Según Diario Las Américas luego de múltiples proyectos durante 50 los indigentes siguen viviendo aquí, en uno de los bastiones del llamado Primer Mundo.
Pero, añadió, a merced de las inclemencias del tiempo, donde el poco frío de invierno, la lluvia o el intenso calor del verano golpean la piel y producen mella en la auto estima.
¿Y sobre el condado Miami-Dade al que pertenece esta ciudad llamada del Sol?
Suma 4 152 indigentes deambulando por sus calles y viviendo a duras penas en refugios.
Mientras tanto, en Miami su gobierno sostiene interminables discusiones para definir cómo actuar.
Durante un reciente encuentro, sus comisionados aprobaron solicitar fondos al condado para afrontar necesidades de sus refugiados.
La medida fue interpretada como una presión enfilada a “descongelar” dinero asignado para vagabundos habituales.
Un funcionario municipal, Ron Book, estimó que esos esfuerzos no sacarían definitivamente a los indigentes de sus calles.
Y por tratarse solo de alcanzar un refugio a corto plazo -dijo- “no le vamos a dar recursos”, necesitamos soluciones de largo aliento.
El funcionario recalcó que ese programa no cuenta con medios para auxiliar a los refugios hoy saturados.
Un vocero de la policía de Miami, James Bernat, cuestionó el plan oficial “Vivienda Primero”, que en 2017 supuestamente la facilitaría a sus indigentes.
Bernat explicó que una parte de ellos no cubren aún los requisitos exigidos para ser considerados habituales.
Analistas recordaron que hace dos décadas en la ciudad de Miami había 10 000 personas desamparadas.
Diario Las Américas informó este sábado que en el municipio Miami-Dade su crecimiento asciende al 20 por ciento, en North Miami al 40 y en Miami Beach al 58 .
La publicación señaló que en 2014 murieron 75 indigentes en el sur de la Florida, y luego se preguntó:
“Cuántas vidas se habrían podido salvar si se hubiera eliminado la lista de espera y ampliados los refugios?”
Luego, a manera de veredicto, escribió que la política y la ideología no deben tener lugar a la hora de ayudar a los necesitados.
Si todavía hiciera falta un caso para mostrar la honda grieta moral que se sufre en Miami, lo está regalando el sombrío tema de sus indigentes.
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