Florida-salud: ¿Jugando con dinamita?
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La situación se agravó cuando el pasado 28 de abril su Cámara de Representantes «congeló» el debate al respecto.
El propósito era ampliar la entrada de personas de bajos ingresos al plan destinado a ellas en la Florida.
Un editorial del Nuevo Herald, bajo el título «Un problema de salud» abordó el asunto este domingo.
Lo hizo a continuación de que médicos y trabajadores de enfermería, junto a legisladores demócratas, protestaran frente a la sede de su sistema de salud.
¿Qué exigieron? Hacer menos rígidos los requerimientos para que sus habitantes ingresen al plan.
Una integrante de la Cámara de Representantes, Daphne Campbell, portavoz del llamado Pequeño Haití, dijo que el rechazo se debe a la antipatía de sus líderes hacia el presidente.
«Si ustedes tienen un problema con Obama, no hagan sufrir a un millón de personas», dijo la representante.
Observadores indican que si la Legislatura floridana suscribiera el plan, unos 850 000 de sus habitantes podrían recibir beneficios del Medicaid.
Pero, advirtieron, los republicanos de Tallahassee han estado en contra de ampliar ese programa.
El editorial del Herald afirmó que estos congresistas deben escuchar las voces de la razón, al estilo de las que protestaron el viernes.
Por último, sentenció rotundo: La salud de 850 000 floridanos debe ser más importante que las diferencias partidistas o las nociones ideológicas.
Sin embargo, comentó Mary Ellen Klas en el Herald/Times, a pesar de todo, los legisladores de ese estado no resolvieron sus diferencias.
La especialista opinó que una gran trifulca ideológica divide a la Cámara y al Senado, así como que no será fácil ampliar el Medicare.
¿Entonces, qué resta hacer a pobres y minusválidos? ¿Resignarse? ¿Sublevarse?
En otras ciudades de Estados Unidos han tenido lugar durante meses virtuales rebeliones de una parte de sus comunidades negras.
¿Motivo? La brutal represión policíaca hacia ellos, a la vez de estar muy perjudicados por la crisis económica del país.
Si a esto se une la repetida disminución a los gastos sociales, como educación y salud pública, existe una aproximación de su realidad.
Un viejo adagio dice que tantas veces va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe.
¿Podría llegar a gestarse algo cercano a eso en el sureño estado de la Florida?
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