Cuba: El lumbersexual o el regreso de los barbudos

La moda de la barba llegó a Cuba a finales de la década del 50. La impuso un puñado de  jóvenes "rebeldes" que bajaron de la Sierra de uniforme verde olivo y fusil al hombro. Ellos, lucían los símbolos de la revolución y casi todos en esta isla querían parecerse a ellos.

Pero no es de esos valerosos barbudos, liderados por Fidel Castro,  a los que me referiré en este texto, sino al  nuevo look de barbas copiosas que algunos hombres exhiben,  actualmente,  en Estados Unidos, Europa y hasta en Cuba.

Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida Bosque.

Un poco de historia sobre la barba

La historia de la barba ha pasado por varios momentos: En algunas culturas representaba  hombría,  poder  y  sabiduría. En la Edad Antigua en Egipto estaba asociada a la potencia sexual y el status social alto. 

Más tarde, en el siglo XX, no llevarla  se convirtió en símbolo de higiene y estética porque lucir una barba copiosa y  desarreglada se asociaba a personas descuidadas.

Sin embargo, ahora mismo, la barba larga o corta vuelve a formar parte de las últimas tendencias. Una breve investigación en internet indica que responde a los seguidores de la cultura hipster, proveniente de Nueva York.

Los hipsters se caracterizan por rechazar las convenciones sociales, el consumismo desmedido y los valores de la cultura comercial predominante. Su ideología es preferentemente progresista. Estiman sobre todo el pensamiento independiente y utilizan las redes sociales para difundir sus ideas

Hombre lumber sexual

Son jóvenes, en su mayoría de edades entre 20 y 35 años, tecnológicos e  interesados en lo alternativo y son supuestamente amantes  de la “no moda”, aunque la marca Apple representa un ícono-dios para un hipster.

¿El fin de la metrosexualidad?

Lumber sexual (leñasexual) es el nuevo término que identifica a este  hombre hipster y desaliñado, que se dice,  ha logrado destronar al hombre metrosexual –ocupado al extremo por su apariencia-.

No son pocos los que alegan en el mundo de la moda que la metrosexualidad puede haber llegado a su fin. Que le tocó el turno al hombre barbudo, al que no le hace falta lucir tan perfectamente arreglado y afeitado. 

Al parecer se impone la moda del desaliñado y del hombre ocupado en otras temas más importantes que el aspecto.

No obstante,  el desaliño o el descuido, según los expertos,  solo es a primera vista.  Alegan que en realidad casi todo en el lumber sexual está calculado: barba sin “arreglar”, pantalones remangados,  botas de trabajo y camisas a cuadros simulando a un leñador, que sustituye su hacha por una portátil de última generación.

Robert Pattinson

Gerard Butler

Brad Pitt

Leonardo Di Caprio

Relevantes figuras de Hollywood como Gerard Butler, Joe Manganiello o Jared Leto, Robert Pattinson, Brad Pitt y Leonardo Di Caprio llevan el look de modernos y descuidados leñadores, algo que indudablemente ha ayudado a reforzar la tendencia.

Algunos jugadores de las grandes ligas del béisbol también exhiben estas barbas. Aunque vale aclarar que la moda, en este caso,  no comenzó para seguir a los lumber sexuales sino como parte de un gesto para fomentar el compañerismo en la temporada 2013,  y que comenzó cuando Jonny Gomes, el líder de los Medias Rojas de Boston se presentó desaliñado con una barba de oreja a oreja a los entrenamientos de pretemporada.

Medias Rojas de Boston

Sus compañeros de equipo le siguieron el ejemplo y hasta pusieron apodos a sus barbas,  convirtiéndose en símbolo de solidaridad y de la renovada armonía en el camerino de los Medias Rojas, que les permitió olvidar el trago amargo del último puesto el año anterior y los llevó a convertirse en campeones en la nueva temporada.

Aunque,  un año después,  David Ortiz y Shane Victorino se puede decir que "traicionaron" al equipo cuando se afeitaron las barbas para una promoción de la empresa Gillette, que debió pagarle muy bien por esta decisión-promoción.  Sin dudas, una jugada perfecta de la Gillete, que con la moda del lumber sexual debe haber disminuido sus ganancias por la caída en las ventas de cuchillas, cremas y lociones para hombres.

Sin embargo,  para otros ha sido muy beneficiosa esta tendencia, como es el caso del mercado de la salud en parte de Europa y Estados Unidos. Allí llegó para enriquecer aún más a esta poderosa industria. Además de los clientes para tratar la calvicie del cuero cabelludo se suman aquellos que, según ellos, sufren de estrés o alopecia hereditaria, -causante de la perdida del vello facial- y para la que recomiendan someterse a un sencillo y costoso transplante de barba y cejas.

¿Qué dicen los jóvenes cubanos?

Además de nuestros eternos barbudos de la Sierra Maestra, muchos hombres  en Cuba han llevado barba en alguna etapa de su vida, como es el caso de los famosos hippies o de otros  más conservadores, que  la mantenían en su mayoría bien recortada y atendida.

Hoy, vuelven a  estar de moda los barbudos en la isla, pero a través de esta nueva tendencia y con mayor representatividad en la juventud.  Para entender por qué deciden usar una barba desaliñada- principal seña del lumbersexual- CubaSí conversó con algunos de ellos.

Jorge Gutiérrez, estudiante de la CUJAE asegura que nunca fue amante de la metrosexualidad, quizás porque su padre es un guajiro y “en mi hogar esas cosas no van, las que se sacan las cejas, se afeitan las piernas y se arreglan son las mujeres”.  Aunque no conocía el término de lumbe rsexual,  explica que la nueva moda le vino como anillo al dedo porque es muy vago para afeitarse. "Así que luzco mi buena barba y mi no tan buena laptop, fiel compañera e imprescindible en mi carrera”, revela.   

Mario Rosales, otro  estudiante universitario, conoció del lumber sexual desde el pasado año cuando alguien le advirtió que su look era moda internacional. Sin embargo,  él asegura que desde su etapa de adolescencia le crecía mucho el pelo de la barba. "Era una molestia cuando estaba en el Pre y no te permitían pelos en la cara con el uniforme. Tenía obligatoriamente que afeitarme todos los días. Por suerte en la universidad uso la barba y el pelo largo".

A la pregunta de porqué una barba larga y abundante en vez de una recortada responde que por comodidad y también  curiosidad,  para ver hasta dónde crece. Agrega que la única que protesta es su madre, pero que sus amigos en la Universidad lo prefieren con barba. "Cuando me afeito todos me dicen, pero ¿qué hiciste?".
 
 
En el caso de Darío Alfonso, estudiante de Sociología de la Universidad dice llevarla para seguir a algunos peloteros de las grandes ligas que la usan, pero agrega que estos deportistas no saben que el primer hombre en el mundo que se presentó en un juego de pelota con barba fue Fidel Castro. El equipo se llamaba Barbudos. Y que le gusta pensar también que la luce imitando a Camilo o al propio Fidel.

Camilo Cienfuegos y Fidel Castro del equipo Barbudos

A algunos por su forma de la cara les conviene la última moda. Tal es el caso de Miguel Carballo, técnico medio en contabilidad,  que disimula un poco la papada y la quijada con su barba larga. “La verdad es que la barba me asienta bien y me tapa los granos que aún me salen, así que bienvenida la lumber sexualidad a Cuba”, confiesa entre risas.

Asimismo, Victor López, amante de todas las modas, dice tener a las chicas alborotadas con su barba. Él fue mickie, después metro sexual y ahora es lumber sexual. “A todos los jóvenes nos gusta estar a la moda y yo con esta me salvé,  porque si algo me sobra es pelo y la barba me crece rapidísimo y parejita. Además de que ahorro tiempo y sobre todo dinero. Con esta moda no tengo que gastarme un peso en cuchilla ni máquina de afeitar”, concluye.

Jóvenes cubanos

María Carla, joven de 19 años y estudiante de Derecho en la Colina, tiene un novio con barba y tablet en mano. Ella asegura que él luce su barba de gran densidad con orgullo. A ambos les gusta, pero a ella la “enloquece porque lo hace verse mayor, fuerte y varonil”.

Es curiosa esta declaración de María Carla porque coincide con un estudio realizado recientemente por los psicólogos Barnaby Dixson y Paul Vasey, donde se destaca que una de las principales razones de esta tendencia masculina es la referente a la imagen de fortaleza que significa para algunas mujeres. Así lo arrojó esta investigación en la que se le entregó a 200 mujeres fotografías de hombres con barba y luego afeitados en la que las personas con barba obtuvieron un puntaje significativamente mayor.

En este experimento hecho por la Universidad del Sur de Gales resultó que los hombres con barba ligan más.  "Las barbas de 10 días hacen que los hombres resulten mucho más atractivos para las mujeres porque les aporta respeto, poder y madurez”, afirman los científicos.

Otro estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Northumbria publicado en la revista Personality and Individual Differences, concluyó: "Las personas afeitadas tienen menos atributos de masculinidad y son más dóciles".

Asimismo, en un artículo publicado por el Daily Mail algunos médicos opinan que la barba es antihigiénica porque "el vello facial está repleto de bacterias que pueden causar la proliferación de gérmenes y muchas infecciones mientras otros aseguran que "las bacterias en la piel son algo normal y el vello facial no implica absolutamente ningún riesgo porque se asea como el cabello o cualquier otra parte del cuerpo".

Otras publicaciones médicas alegan que en realidad convivimos con muchas bacterias a diario y no es precisamente la barba de los hombres la que nos debe preocupar. Se han encontrado, por ejemplo,  en objetos que usamos y tocamos constantamente más bacterias que en un inodoro. Ellos son: la esponja de fregar, la tabla de cortar vegetales y carnes, el  mouse y el teclado de la computadora y hasta en los celulares.

A pesar de los diversos estudios y de todos los criterios a favor o en contra de la barba, lo cierto es que,  por lo menos en Cuba los lampiños no deben inquietarse porque aunque algunos hombres luzcan fuertes y atractivos con una barba densa y descuidada al estilo del lumber sexual (especie de leñador salvaje, sexual e informático),  esta nueva epidemia inducida tampoco durará mucho tiempo. Será como siempre, será como la moda misma: efímera.