FIGURAS: Alfredo Guevara
especiales
Alfredo Guevara fue uno de nuestros más incisivos polemistas, hombre de opiniones bien formadas, nunca reacio a confrontarlas. Para Guevara, el debate franco y argumentado era elemento indispensable de todo proceso revolucionario. Para muchos, Revolución es sinónimo de acción. Alfredo Guevara estaba convencido de que Revolución es también pensamiento. Una revolución sin sustento teórico, sin capacidad de ahondar en sus naturales contradicciones, está condenada al estancamiento, a la repetición estéril de fórmulas.
Durante todo su itinerario intelectual, Guevara defendió la idea de que la Revolución Cubana era también un acto creativo. Y asumió la cultura como fuente de emancipación y libertad. Ese era su credo: la cultura nos hará libres, porque la cultura es mucho más que lo que atesoran los libros, es mucho más que el arte. Cultura es la huella del hombre sobre la tierra. Y el aprendizaje no acaba nunca, es un camino a veces tortuoso, no exento de tanteos.
De ahí la importancia que le otorgaba Alfredo Guevara al diálogo. Las opiniones no son piezas inamovibles. Es imprescindible someterlas al escrutinio público, de manera que vayan alcanzando su expresión más contundente. Las convicciones no son negociables, pero el arsenal teórico, ideológico que las sostienen son siempre cuerpo vivo. No hay que temerle al error, eso sí: hay que ser sincero.
Obviamente, ese compromiso de Alfredo Guevara, la vehemencia de sus posiciones, lo hicieron protagonista de unas cuantas polémicas. Su propio actuar en la dirección de instituciones culturales tuvo críticos más o menos entusiastas. En algún momento, por supuesto, se equivocó. Pero nada puede opacar la importancia de su quehacer. Alfredo Guevara fue uno de los puntales de la cultura revolucionaria, fundador y actor privilegiado de iniciativas esenciales de nuestro devenir artístico.
Su labor intelectual, su capacidad organizativa fueron reconocidas por el Estado cubano y por gobiernos y fundaciones de todo el mundo. El cine cubano le debe, en alguna medida, la concreción de muchos de sus hitos, su extraordinario influjo en la consolidación de una manera nueva de mirarnos, de contarnos. Hasta sus últimos días, más alejado del ajetreo burocrático, predicó con el ejemplo. Son recordados sus conversatorios con los jóvenes, en muchas de nuestras universidades. Confiaba mucho en la juventud, ponía el futuro de la Revolución en sus manos. Sería un pecado ser un simple testigo, dijo una vez en uno de aquellos encuentros, el joven tiene que ser siempre un protagonista de su tiempo.
En ese sentido, él siempre fue joven.
Alfredo Guevara (1925-2013) Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana, donde conoció al líder cubano Fidel Castro. Fue el creador y presidente fundador del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), en marzo de 1959. Director fundador del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y figura esencial de la cultura cubana. Recibió la Orden Félix Varela de Primer Grado, máximo reconocimiento de la Cultura cubana, y en marzo de 2009, le fue conferida la Orden José Martí, la más alta distinción del Estado cubano, de manos del Presidente Raúl Castro. (Con información de Ecured).
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