Xiomara Rivero: “Me apasiona entrenar este colectivo”
especiales
Xiomara Rivero fue protagonista en el Mundial Juvenil de Atenas 1986, donde se coronó en el lanzamiento de la jabalina. Un resultado que marcó el inicio de los resultados para una la generación de jabalineras más completa de nuestro país. Aquella que siguió los hitos del dardo lanzado por María Caridad Colón, en Moscú 80. La generación que dio una recordista mundial, en la figura de Osleydis Menéndez y una aguerrida y combativa jabalinera como Sonia Bisset. Recuerdo como si fuera ayer, los últimos lanzamientos de la talentosa pinareña, en Winnipeg 99 y Sídney 2000, y por supuesto, al poderoso trío de lanzadoras que conformaban Osleydis, Sonia y Xiomara.
En nuestra última visita -el equipo DeporCuba- encontró a Xiomara en plena faena, como siempre en la entrada del Estadio Panamericano, compartiendo sus conocimientos y experiencia a los muchachos que integran el equipo nacional de lanzamiento discapacitado. Sin más les dejamos con las palabras de unas de las glorias del atletismo cubano.
¿Actualmente en qué se desempeña Xiomara Rivero?
En estos momentos me encuentro trabajando con los lanzadores discapacitados del Equipo Nacional. Me incorporé a trabajar con ellos prácticamente después de mi retiro oficial a finales del año 2002 y desde entonces me he consagrado a esta laboriosa y linda tarea que es conducir a personas que se sacrifican por romper las barreras que le impone la vida.
¿Llegas al equipo nacional discapacitado por pura casualidad o guardas alguna historia en particular?
Cuando me retiré estuve trabajando seis meses en un área especial en Cojímar. Entonces fui llamada por la Comisión Nacional para atender a los discapacitados en el área de lanzamiento, debido a que el entrenador principal debía cumplir misión internacionalista. Siempre me identifiqué mucho con esta actividad debido a que yo también estuve discapacitada desde principio del año 1987 hasta 1995, que es cuando regreso nuevamente al alto rendimiento. Ya en 2004 paso a ser la entrenadora principal del área de lanzamiento del equipo nacional hasta el día de hoy. Como pueden ver esta es la rutina diaria con estas maravillosas personas, que se esfuerzan cada día por darle un sí a la vida.
Resultados
Yo comencé trabajando con Gerdan Fonseca y Noralbis de las Heras y paulatinamente con todos los lanzadores del equipo nacional como Leonardo Díaz, unos de nuestros lanzadores multilaureados en Juegos Paralímpicos, Parapanamericanos y Mundiales. Por mis manos han pasado muchas personas con una gran calidad humana y talento deportivo. También tengo relación con todos los lanzadores de provincia, es decir, los que no se encuentran directamente en el equipo nacional. Soy la máxima responsable del área de lanzamientos en el país. En el año debo visitar las provincias para la captación y atención de estos atletas, que es lo que nos permite tener una base sólida en el equipo nacional.
Si usted tuviera que recordar un momento, de esos que no se borran jamás, de su carrera deportiva. ¿Cuál escogería?
En la vida de un atleta hay momentos que no se borran jamás, los hay buenos y también difíciles. Yo, de mi carrera escogería –reflexiona – el hecho de ser la primera campeona del lanzamiento de la jabalina, en el I Campeonato Mundial Juvenil. Esto ocurrió en el año 1986. Es un momento lindo y tuve ese gran privilegio de imponerme en una especialidad que es dominada por potencias europeas en el atletismo. Creo que nosotras las cubanas guardamos grandes momentos en la especialidad.
Luego de este gran resultado usted se aleja de las pistas por nueve años ¿Cuáles fueron los motivos de esta separación prolongada del equipo nacional?
Como les había comentado en el año 1987 sufrí una lesión muy grave en mi rodilla izquierda y tuve que ser intervenida quirúrgicamente. Este suceso rompió todo lo que estaba pronosticado para mí. Ocurrió en el inicio del año 1987, una ruptura del ligamento lateral izquierdo y menisco. Tardé muchísimo en recuperarme. Me sometí a una primera operación de los meniscos, la cual no fue efectiva y cuando me incorporé a los entrenamientos sentía muchísimo dolor. Entonces tuve que someterme a una segunda operación, esta vez, del ligamento lateral interno, pero entrenando se me fue el ligamento, que ya estaba dañado, la rotula y el menisco. Sufrí nuevamente una lesión, esta vez más grave. Me tuvieron que realizar una reconstrucción completa de la rodilla y entonces comencé la rehabilitación y fortalecimiento de la región dañada todo ese tiempo. Estuve seis meses con un yeso y dos años internada en el Hospital Ortopédico Frank País, bajo los cuidados directos del Dr. Rodrigo Álvarez Cambra. En resumen nueve años de mi carrera deportiva.
¿Cuál fue la motivación que la mantuvo con la esperanza de volver a las pistas?
Yo siempre me mantuve firme y positiva. Tenía la convicción de que se podía. Además yo amo la jabalina, es una especialidad que siempre me ha cautivado. Por supuesto, sabía que no alcanzaría grandes marcas, pero si para estar dentro de las lanzadoras más importante. Yo me lo propuse y logré salir adelante, en mi regreso me pude coronar contra todo pronóstico en los Juegos Panamericanos de Mar de Plata 95 y llegar a finales mundiales y olímpicas.
Si tendría que escoger tres figuras que han marcado tu vida, que han sido ejemplos a seguir, guías de tu conducta. ¿Cuál sería tu elección?
Es difícil, pero escogería a los nuestros por la capacidad y la entrega con las que nos formamos. Comenzaría por un ícono mundial de la jabalina femenina como es María Caridad Colón. Creo que es y será un ejemplo para todos los deportistas cubanos. Te mencionaría también a Alberto Juantorena. Pero no podría dejar de incluir en este pequeño grupo a tres atletas discapacitados. Hablo de tres personas súper maravillosas como son: Yunidis Castillos, Leonardo Díaz y Gerdan Fonseca. Ellos son personas excepcionales.
Desde su experiencia ¿Qué características se puede tener como atleta que le han servido para desempeñar una labor destacada como entrenador?
En realidad como atleta siempre me gustó entrenar y traté siempre de perfeccionarme. Me gustaba entrenar fuerte. Como entrenadora lo que trato es de inculcarle a mis atletas es el deseo de superarse, que sean perseverantes en los objetivos y metas profesionales que tengan en su carrera deportiva. Todas esas cosas siempre llevan una gota de sacrificio.
Trabajar con atletas discapacitado debe ser un reto muy grande para cualquier entrenador ¿Qué encuentra Xiomara en esta noble causa?
Es una pasión que tengo. Verlos esforzarse para lograr un objetivo en la vida, me apasiona. Ellos son personas con grandes cualidades. Trabajando con ellos encuentro paz, al igual que todos los compañeros que hoy se desempeña en esta noble función.
¿Qué le aconsejaría a las nuevas generaciones?
A las nuevas generaciones les invitaría a ser más exigentes con ellos mismos. Ser disciplinados ante las responsabilidades que asuman en la vida. Ser personas de bien, con cualidades humanas como las que tienen la mayoría de los atletas, que he podido entrenar.
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