Cientos de indignados de Estados Unidos se reunieron frente a la sede del Congreso para protestar contra el gobierno, que calificaron como ilegítimo, por no responder a las necesidades de la población de este país.

La acción, denominada Ocupemos el Capitolio, coincidió con el reinicio de la agenda legislativa 2012 de la Cámara de Representantes.

Determinados a ser escuchados por las autoridades, muchos de los miembros del Movimiento Ocupemos Wall Street (OWS) han pasado todo el día en las afueras del edificio con pancartas en las que llaman al Congreso a actuar con integridad.

Otros llevan consigo copias de un texto que titularon «Enmienda Ocupada», descrito como una propuesta legislativa para impedir que el dinero corporativo socave el interés público en el proceso electoral y la democracia.

Según los reportes de las cadenas televisivas, al menos cuatro personas fueron arrestadas por la policía desde el inicio de la jornada de demandas.

Varios de los participantes coincidieron en que el mensaje principal de la movilización fue demostrar la existencia de un gobierno títere, el cual opera bajo los intereses de las grandes compañías y empresas.

A su juicio, OWS, nacido en Nueva York el 17 de septiembre de 2011 y extendido por todo el país, realiza un trabajo fuerte con la gente para llamar la atención sobre la importancia de exigir políticas favorables al 99 por ciento de la población, afectado por la crisis económica.

«Estamos creando un gobierno del pueblo», señaló uno de los activistas, quien aclaró que hasta el momento, el Movimiento no ha expresado respaldo a ninguno de los candidatos a las elecciones presidenciales, previstas para el venidero 6 de noviembre.

Además de la manifestación, los ocupantes instruyeron a sus seguidores sobre cómo actuar en situaciones conflictivas como plantones, en los cuales se debe mantener la calma para prevenir enfrentamientos con las fuerzas del orden, explicaron.

Por otra parte, revelaron información sobre la llamada observación legal, que consta de imágenes y videos sobre la respuesta policial y la resistencia pacífica en actos de ocupación de lugares públicos.

En cuatro meses, los indignados lograron difundir al mundo que la desigualdad económica es uno de los principales problemas imperantes hoy en la sociedad estadounidense, derrotada en todos sus intentos de salir de la recesión experimentada desde 2008.

Los ocupa están comprometidos a mantener sus exigencias a la administración, de una nación más equitativa y mayores impuestos para el uno por ciento que concentra las riquezas.

Veteranos, latinos, desocupados, afroestadounidenses, estudiantes, profesionales, obreros y amas de casa forman parte del movimiento, existente en numerosas urbes de todo el territorio norteño.