Más del 40 por ciento de los fondos marinos próximos a la costa de Cienfuegos están cubiertos por corales vivos, especies en estado de conservación favorable y clasificadas entre las más antiguas de Cuba.

Ernesto Manzanares López, instructor jefe del Centro de Buceo de Faro Luna, declaró a la AIN que la apacibilidad de los mares al sur permite a los organismos jóvenes fijarse bien al sustrato cuando son más vulnerables.

Igualmente expuso que la transparencia de las aguas resulta ideal para la vida de los ejemplares, en un ambiente propicio para el crecimiento porque reciben la luz en abundancia.

Explicó que en la etapa juvenil, entendida entre las primeras cinco o seis décadas, un individuo crece un centímetro por año, luego disminuye, pero continúa su desarrollo hacia ambos lados.

Indicó que los diagnósticos realizados en la zona avalaron la longevidad de las colonias de acuerdo con el tamaño alcanzado.

Mencionó como ejemplo a la formación coralina posiblemente más grande de Cuba y del Caribe, bautizada por la semejanza con la catedral de París como Notre Dame.

Agregó que se clasifica como un coral de columna de cuerno de arce de 5.20 metros de altura, a salvo de la acción mecánica por estar cercano a la cresta, un lugar donde las embarcaciones evitan navegar por temor a ser dañadas.

También ha sobrevivido a cientos de huracanes y al blanqueamiento, enfermedad cuya causa más común es el aumento de la temperatura promedio del agua, dijo.

Manzanares López integra la red de monitoreo voluntario de arrecifes coralinos, como parte de la cual ofrece datos sobre la salud de los corales, sobre todo en septiembre y octubre, cuando ocurre el mayor número de blanqueos.

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