Omara: «La música son siete notas esenciales con las que se hacen cosas increíbles»

La gran dama del filin cubano cree que la música no tiene edad y, además, lo pone en práctica. Omara Portuondo (La Habana, 1930) no ha perdido la ilusión con la que comenzó a cantar hace 60 años. Mantiene una vitalidad intacta que la lleva a actuar en Barcelona el próximo 3 de diciembre junto al joven pianista cubano Roberto Fonseca, de 39 años, y a regrabar el disco Magia Negra, del que se cumple el 55 aniversario. Portuondo, ilustre participante de la troupe de Buena Vista Social Club, apostó hace más de medio siglo por fusionar la música cubana con el jazz norteamericano.

Con Magia Negra debutó en solitario en 1958 y ahora vuelve a tener vida, reversionado, en 2014. Nunca dije que yo era una solista, pero unos amigos míos lo hicieron. Yo no le di valor a este disco. Pero ahora veo muy bueno recordarlo. Y también a los músicos que participaron y que ya no están con nosotros. Ya no viven físicamente, pero sí en el cariño. Me gusta que despierte un interés tan grande en el público y quiero saber qué tal sale ahora.

¿Cómo se renuevan las ganas de cantar a los 84 años?

Puedo decir que desde que nací, y hasta ahora, no he perdido la ilusión. La vida y las cosas van pasando y a todas las edades van apareciendo retos.

Ha invitado a participar en este disco a un reggaetonero, El Micha.

¿Y por qué no? Fue lindo. Me gusta trabajar con músicos que tienen más tiempo de ser músicos que yo. Es el caso de Roberto Fonseca, un hombre con mucho talento.

¿La música, para usted, nunca ha tenido fronteras?

No. Son siete notas esenciales con las que se hacen cosas increíbles. Para mí la magia es que todo quede lindo al crearlo, como el gran tema Gracias a la vida, de Violeta Parra.

Siempre piropea a sus seguidores españoles.

Mi madre era española. Son un público encantador.

¿Qué es para usted Cuba?

Es Cuba, a secas. Es el mismo lugar que aparece en la canción de Mi cocodrilo verde (la tararea), de Caetano Veloso. Es igual que hace unos meses, cuando salí de Cuba.