Veracruz en caliente: Paso chévere del canotaje y el tiro

Yusmary Mengana (21 años) no tuvo que batallar con el peso en la pista de canotaje de Tuxpan. Al menos, ese habitual enemigo, del cual se escuda con mayor capacidad de trabajo en los entrenamientos, dieta rigurosa y las para nada agradables carreras durante las tres sesiones que componen su rutina diaria en el canal José Smith Comas de Caimito, no afloró en el K-1 a 500 metros.

Lo que sí sacó a relucir la kayacista pinera fueron las experiencias adquiridas en su primer periplo por Rusia, esas tres semanas previas a su cruzada mundialista en Moscú.

De hecho, la capital rusa le deparó registros cimeros en el K-1 a 500 metros (1:51.470 minutos) y a 200 con 39.525 segundos, además de una evolución considerable en su técnica, y una radiografía a la élite y sus potencialidades todas.

Esas variables las sacó a relucir en el canal de Tuxpan, donde ese magnetismo con la historia ha funcionado como brisa favorable para nuestros piragüistas, dueños de cuatro de los siete títulos disputados hasta el momento.

Si bien Mengana no emuló su cota personal de los 500 metros, los 1:52.750 registrados en aguas aztecas le sobraron para comandar con holgura su evento, por delante de la colombiana Yerly Muñoz (1:57.005) y la anfitriona Deni Olivella (2:01.400).

Ya lo había presagiado su mentor Darovys Acevedo (cuatro años en calidad de timonel) con anterioridad: “Yusmary ha adquirido un amplio domino técnico. La fuerza de sus paletadas, según los estudios biomecánicos que se le han aplicado, puede compararse con sus homólogas de la élite universal. Eso sí, por su físico y volumen muscular es propensa a engordar. Llevamos un plan minucioso para lograr que compita en 71.5 kilogramos, el peso que consideramos idóneo.”

La propia Yusmary, quien lleva seis abriles en el elenco nacional y antes de incursionar en el canotaje alentada por su tía a los 11 tuvo su andadura por la danza y el atletismo, se vistió de plata una hora más tarde junto a la novel matancera de 17 abriles Daylén Rodríguez en el K-2 a 500 metros, avaladas por registro de 1:43.202, detrás de una tripulación de mucho más kilometraje como la de las aztecas Karina Alanis y Maricela Montemayor (1:40.890).

Sobre su progresión y falencias ahondó la principal miembro de nuestra tripulación:

“Antes del Mundial mi técnica era aceptable, logré aprovechar mucho mi experiencia por Rusia, al ver que las mejores tienen un sólido trabajo de piernas y la coordinación de estas con los brazos, elementos que combinados le confieren mayor desplazamiento al kayak y ayudan a mantener el ritmo.

“Darovys me exige además que no tire la pala, que busque explosividad a la hora de sacar los brazos y que cuide mi agarre, elementos que pueden parecer mínimos, y en realidad devienen complejos. Del peso  para qué contarte, a mi condición de vaga para correr, súmale dieta rigurosa. Lo cierto es que con el paso del tiempo he adquirido experiencia para controlarlo. Prefiero y me siento más fuerte en los 200 metros, pero llevo todas las distancias a la par.

ESTUPIÑÁN: ORO Y DISPAROS JUSTO AL MEDIO

No fue el de mejor tirada en la clasificatoria, específicamente entró tercero con 611.4 unidades. Tampoco fue su final de las más excelsas con 197.3 puntos tras 20 disparos, de los cuales una decena superó los diez puntos, ocho hicieron blanco en la diana por encima de nueve, y únicamente dos quedaron en un rango comprendido entre ocho y nueve.

Pero más sabe el diablo por viejo… la esencia está en que el capitalino, con 12 años en la selección tricolor cubana se impuso pese a la presión del local José Luis Sánchez (196.9) en el individual de rifle de aire a diez metros.

De mayor palmarés en las modalidades de bala, especialmente el fusil tendido, donde es considerado temible a este lado del Atlántico. Este domingo en la Academia de Policía El Lencero, de Xalapa, Estupiñán se adjudicó el cuarto cetro de seis posibles hasta el momento por parte del tiro cubano en estos XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.

Su felicidad no pudo ser total, pues antes, en la lid por equipos, los anfitriones reinaron con respetables 1833.8 rayas. En esa confrontación Venezuela (1 825.1), y nuestros representantes (1 805.7), se agenciaron plata y bronce, respectivamente.

Yoleisy Lois (escaño 11-597.8) y Alexander Molerio (lugar 13-596.5) acompañaron a Estupiñán en dicha lid por equipos. Aún cuando le restan el fusil tendido y el 3x40 a 50 metros, ya lanzó una primera alerta a sus contrincantes. Sobre la última de las modalidades, Estupiñán confesó que ha mejorado mucho desde la posición de rodilla; en el tendido, todos conocen su calidad; mientras de pie, considera muy influyente un peso corporal que oscile en el rango de 65-70 kg, para poder soportar durante la tirada el peso del traje y el fusil, sin contrariedades. ¿Su Técnica? La misma que le proporcionó la clasificación a la cita bajo los cinco aros Río de Janeiro 2016 en la recién finalizada Copa de las Américas.

Se mantiene el pulso, Yusmary y Estupiñán dorados en solitario, México dueño del K-2 y el rifle por equipos. Los días se suceden, la rivalidad se exacerba, el suspense… concluye el día 30.