Videos clips: ¿En la caja… o en el paquete?

Videos clips: ¿En la caja… o en el paquete?
Fecha de publicación: 
17 Noviembre 2014
0
Imagen principal: 

 

Esperemos que no sea una directriz de obligado cumplimiento. Esperemos que no sea un plan rígido. Pero lo cierto es que desde hace algún tiempo los cinco canales nacionales de la televisión apenas transmiten videos clips internacionales.

Colorama, uno de los programas emblemáticos de la parrilla, especializado en videos clips extranjeros, fue desplazado sorpresivamente de la programación. 23 y M solo televisa a intérpretes cubanos. La lista internacional de Piso 6 fue retirada.

Apenas Multivisión y los canales educativos incluyen, muy de cuando en cuando, producciones extranjeras. El imperio del video clip cubano es casi absoluto.

Solo un nuevo canal digital, Clave, cuenta en su programación habitual con videos clips de más allá de nuestras fronteras.

Pero para ver Clave, se sabe, hay que tener la tan famosa caja decodificadora, que se vende en CUC… las pocas veces que se distribuye en las tiendas.

O sea, buena parte de la teleaudiencia amante del video clip ya no cuenta con el referente internacional. Alguien parece haber decidido que no es necesario, que con nuestra producción basta y sobra.

¡Cuánto daño nos ha hecho pensar que la aldea es el mundo!

Vamos a decirlo con todas las letras: Es obvio que hay que proteger y promover la producción nacional; pero el camino no puede ser cerrar la puerta a lo que viene de afuera.

De acuerdo: que prime lo nuestro, pero en diálogo permanente con lo universal.

El televidente cubano tiene derecho —es, si se quiere, hasta una necesidad— de acceder a lo que se hace en el mundo: lo bueno, lo regular e incluso lo malo.

Para establecer sólidas jerarquías hay que ampliar el espectro de consumo.

Esa confrontación, de hecho, le hace muy bien al video clip cubano, pues permite apreciar los actuales niveles de factura y realización estética.

En asuntos de creación, es difícil asumir fórmulas matemáticas. Hay que alcanzar un equilibrio, pero no se puede pretender lograrlo estableciendo cuotas artificiales (tal por ciento para las obras cubanas, tal otro para las extranjeras) y muchísimo menos ignorando o prohibiendo.

Los que tomaron la decisión de sacar a Colorama de la parrilla, ¿pensaron en los jóvenes que no tienen acceso a la televisión digital?

¿Creen que están “protegiendo” al público de la perniciosa influencia de la industria cultural globalizada?

¿Piensan que establecen un muro infranqueable, una defensa contra la banalidad?

A estas alturas es imposible normar los esquemas de consumo cultural. Se puede, en todo caso, orientar, promover lo mejor. Pero la gente se las arreglará para consumir lo que quiera.

Los videos clips de célebres cantantes extranjeros (algunos buenos cantantes, otros bastante mediocres), que ahora no pueden verse en Cubavisión, están en el tan mentado paquete.

Allí los seguirá buscando una parte de la audiencia.

Y en cuanto a la formación de un público, ¿de verdad creen que lo cubano es siempre lo mejor? Hay videos clips hechos en Cuba tan banales y superficiales como los más banales y superficiales que se hacen fuera.

Sin contar el hecho de que de paso privan al televidente de propuestas de altísimo nivel.

De cualquier forma, un creciente número de personas acceden a los videos internacionales por otros medios, no necesitan que la televisión nacional los trasmita.

Pero otros todavía dependen de lo que les propone la pequeña pantalla. Y tienen derecho a mantener una ventana abierta al mundo.

Si esto tiene que ver con una decisión firme, hay que repensarla.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.